Esto es una confusión divertida, reflexiva, inquietante y estupendamente bien actuada por Michelle Yeoh. No hay mejor manera de resumir este filme de Dan Kwan y Daniel Scheinert, vaya pareja de director y guionista.
Yeoh encarna a Evelyn Wang, la dueña de una lavandería que, de entrada, tiene tres problemas: su marido, Wayman (Ke Huy Quan), su hija y el fisco.
Al verse con una funcionaria de Hacienda -perversa, claro, interpretada por la veterana Jamie Lee Curtis-, Wang sufre una extraña crisis existencial que multiplica su ser en el universo.
Así pasa a ser una actriz de Hollywood, y también anunciante callejera de una pizzería y todo lo que se le ocurrió al par de realizadores con tal de llegar al grano: la vida que uno tiene podría ser muy distinta si en lugar de tomar una decisión, hubiera optado por otro camino.
Por eso Evelyn tiene tantos “yo” en el universo, explorando otras rutas que pudo haber seguido con destinos muy distintos a su día a día. Todo eso explorado con una gran edición, un estupendo manejo de cámara y una historia escrita con maestría que permite pasarla muy bien frente a la pantalla grande, sin dejar de pensar en los distintos desenlaces que tanto Evelyn como cualquier espectador podrían asumir si tan sólo nuestras decisiones hubieran sido otras. La vida, pues, a menudo se define en un instante. Disponible en cartelera. ****
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Punto final.- No hay que olvidar el placer de ir al cine.
