Dejarán las puertas de sus módulos abiertas y pararán sus actividades técnicas hasta ser escuchados por las autoridades carcelarias. Piden mejoras en alimentación, atención médica especializada, autorización de visita familiar e íntima y que cesen los abusos de un nuevo comandante de seguridad, entre otras solicitudes
Internos del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 17, CPS Michoacán, anunciaron a sus familiares la intención de iniciar una resistencia pacífica al interior del centro penitenciario a partir de este lunes 14 de marzo, debido a inconformidades que existen con las actuales autoridades por la presunta vulneración de derechos humanos.
Trascendió que a partir del mes de febrero cuando fue cambiado el titular de la prisión federal ocurrió una serie de restricciones que han creado una mala relación entre las personas privadas de libertad (PPL) y el personal de seguridad, sobre todo con el arribo del nuevo comandante de seguridad, Roberto Lázaro Chavarría, al que califican de prepotente y denigra a los presos.
De acuerdo con los datos que llegaron a esta redacción, los internos tienen programada una resistencia o huelga de actividades técnicas a partir del 14 de marzo, la cual realizarían de manera pacífica y respetuosa, con la intención de que el director del Cefereso 17 se presente ante ellos para entregarle un pliego petitorio.
La forma en que harían su paro de actividades carcelarias sería manteniendo las puertas abiertas en la totalidad de los módulos, día y noche, puertas que se cerrarán –según afirmaron- hasta que sean atendidos por el titular del centro y exista un acuerdo emitido por el Comité Técnico, en el que se autoricen sus solicitudes.
Entre otras de las peticiones que la población penitenciaria reclama de la autoridad esta la restitución de todas las medidas que existían antes del 1 de febrero de 2022. “Las cuales fueron restringidas, limitadas, canceladas, modificadas y prohibidas”, destacan los inconformes.
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Entre los temas a abordar se encuentra la visita familiar e íntima, que en el caso de ésta última exigen que se les autorice una visita conyugal toda la noche, una vez al mes, como ocurre en otras prisiones.
Los internos solicitan que “los talleres de autoempleo se sigan llevando en cada módulo y que se nos siga permitiendo la entrada de todo el material que se ocupa y que ya entraba antes de esta nueva administración”.
Además piden comida de calidad y una mayor porción, así como que “se nos instalen tres teléfonos públicos por módulo, los cuales pueden ser instalados por TELMEX”. Y en tanto se colocan las casetas para hablar con sus familias, “nos den tres llamadas telefónicas por semana”.
En el pliego petitorio expresan su deseo para que “se siga permitiendo el acceso a las amistades al área de nuestra visita familiar, así como a las personas de confianza”. Por si fuera poco, piden que se realice la venta en su totalidad, y no parcial, de los productos autorizados por el Órgano (OADPRS) para la tienda, que son 420 productos.
Entre los temas que recordaron de momento, y prioritarios, está la atención médica especializada, abasto de todos los medicamentos y utensilios que requieran las personas privadas de libertad, pues al igual que en otros centros penitenciarios privatizados tienen un déficit en estos rubros.
Por último, entre sus solicitudes está la de “cero represalias”, pues no desean ser castigados por solicitar prerrogativas constitucionales y derechos que consideran “ganados” en los últimos tiempos y que se vieron afectados por los cambios administrativos, lo que ha traído intranquilidad a la población penitenciaria.
En el caso de los señalamientos anónimos al comandante de seguridad, Roberto Lázaro Chavarría, se advierte que existen actos que han puesto en peligro la vida de algunos internos, quienes han denunciado, incluso vía demanda de amparo, “incomunicación, azotes y palos”.
Uno de los afectados, manifiesta en la demanda de garantías registrada con el número 152/2022 del índice del Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Estado de Jalisco, y de la que ya se declinó competencia a un Juzgado de Distrito de Michoacán, que fue enviado a un módulo de máxima seguridad donde es golpeado y extorsionado todos los días.
