Vaya musical para estos tiempos, envuelto en una película del magistral director Leos Carax, donde el misterio se resuelve en uno de los finales más sólidos que pudieron haberse planteado.
Así culmina lo que comienza como una historia de amor entre un comediante de nombre Henry McHenry (Adam Driver) y Ann Defrasnoux (Marion Cotillard), una cantante de ópera con quien tiene una hija: Annette.
El centro de esta trama es precisamente la pequeña, que en realidad es representada por una muñeca. Y poco más se puede decir de esta cinta en desarrollo, llena de giros sorpresivos que van del humorismo a escenas verdaderamente conmovedoras, muy difíciles de olvidar, en particular por la complicada figura del conductor de orquesta (Simon Helberg) y su vínculo con Ann.
La música es intensa; visualmente, el filme es una joya y las actuaciones de Driver y Cotillard son en verdad insuperables. Hay pasión, termina, suspenso, y justo cuando se cree que por fin es posible predecir lo que viene, se rompe la narrativa y sucede lo inesperado. Vaya manera brillante de escribir un guion y celebrar el regreso de Carax a la gran pantalla, por cierto, considerado el Mejor Director en la pasada edición del Festival de Cannes por este trabajo disponible vía streaming en Amazon Prime. ****
Punto final.- Buen “remake” del Escuadrón Suicida, por cierto…