Carmen, Luisa, Roberto, Jordan, tienen en común que los cuatro se quedaron varados en Tijuana en la espera de obtener asilo humanitario en Estados Unidos, por medio del programa MPP.
La primera, es de origen salvadoreño, llegó a México en 2018 con la caravana de centroamericanos. Desde entonces ella y su hija de 8 años viven en Tijuana, para continuar con su proceso de asilo humanitario, sin embargo su caso ha estado congelado durante la administración de Donald Trump.
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Anoche a través de redes sociales se enteró de la reactivación del protocolo y que se le daría acceso a EU para realizar su proceso. Con esa esperanza llegó al chaparral desde las 5:00 de la mañana junto con su hija. Su sorpresa fue que solo cruzaron unos cuantos que ya estaban previamente registrados.
“No abrieron la frontera cómo nos habían contado y mucho menos hay información, ninguna autoridad nos ha indicado cómo le daremos seguimiento a esto”, comentó Carmen.
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La segunda tiene apenas un año de estancia en Tijuana, es originaria de Guatemala. Ella y su esposo llegaron a Tapachula, Chiapas; donde les dieron un permiso de residencia en México con una vigencia de 12 meses, ya se le venció y las autoridades mexicanas no les quieren renovar su estancia en el país.
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Acudieron esta mañana al Chaparral porque les dijeron que podían pedir su asilo humanitario y los dejarían pasar a Estados Unidos. Luisa comentó que ante la inacción de las autoridades migratorias mexicanas solo les queda esperar su turno en el MPP y esperar no ser detenidos por el Instituto de Migración mexicano.
Por último, Jordan y Roberto denunciaron tener 4 años con su proceso iniciado en el MPP y no han visto avance en sus casos. Los jueces les han cancelado un par de audiencias y con la cancelación del protocolo por la pandemia de la COVID-19, sus esperanzas de poder ingresar a estados unidos se les había esfumado.
Sin embargo con la reactivación y la aparente buena voluntad del recién electo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, esperan que sus casos avancen.
