El presidente Donald Trump anunció este lunes 1 de junio, que desplegará las fuerzas armadas de Estados Unidos, para contener los disturbios y hechos de violencia que se registraron en los últimos días tras la muerte de George Floyd, a manos de la policía de Minneapolis.
“Estoy movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para parar los disturbios y saqueos, para parar la destrucción e incendios provocados. Y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley”, señaló el mandatario estadounidense desde la Casa Blanca.
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Asimismo, recomendó a los gobernadores “desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles” para “detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad”.
Pero en caso de que éstos se nieguen, adelantó: “Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias […] entonces desplegaré al Ejército de los Estados Unidos”, advirtió.
Trump denunció, además, que el país “está siendo atacado por anarquistas profesionales […] Estas no son protestas pacíficas, esto es terrorismo nacional”, según sostuvo.
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El mandatario estadounidense indicó que a partir de las 19 horas locales, habrá toque de queda, y advirtió: “Quien viole la ley será detenido y se enfrentará a cargos criminales”.
“Lo que pasó en la ciudad anoche es una deshonra absoluta”, dijo Trump en una discurso, en referencia a los hechos de violencia que ocurrieron en Washington.
“Prometo llevar justicia a la familia de George Floyd, pero no podemos permitir que los manifestantes pacíficos sean desplazados por turbas […] Como presidente lucharé por mantener a salvo y proteger a los norteamericanos”, aseguró.
Mientras Trump daba su discurso, en las inmediaciones de la Casa Blanca se produjo un nuevo enfrentamiento entre los manifestantes, la Policía y la Guardia Nacional, quienes dispersaron a los protestantes con gases lacrimógenos.
Tras su discurso, y en medio de los disturbios que había a unas pocas cuadras, Trump se dirigió caminando, hacia la Iglesia Episcopal de Saint John, frente a la Casa Blanca, misma que resultó dañada por los manifestantes.
Al llegar a la iglesia, el presidente estadounidense se tomó unas fotos sosteniendo una Biblia, y afirmó: “Vamos a salir muy fuertes de esta situación”.
El viernes por la noche, los agentes del Servicio Secreto llevaron a Trump a un búnker de la Casa Blanca, cuando cientos de manifestantes rodearon la casa presidencial y arrojaron piedras.
El presidente estadounidense pasó allí casi una hora, según un político republicano cercano a la Casa Blanca que no estaba autorizado a comentar de forma pública por cuestiones privadas. Su versión fue confirmada por un funcionario del Gobierno que también habló bajo condición de anonimato.
Horas antes de su pronunciamiento, Trump criticó a los gobernadores, por lo que consideró una respuesta insuficiente a los disturbios.
A través de una conferencia telefónica, cuyo audio se filtró rápidamente y fue difundido por distintos medios locales, Trump dijo a los mandatarios estatales que los manifestantes eran “terroristas” y debían “dominarlos”.
De lo contrario y al no tomar un enfoque “duro” que implique “enviarlos [a los manifestantes] a prisión por largos períodos de tiempo”, los gobernadores se verían como “idiotas” ante los ojos del público, aseguró Trump.
El mandatario de EE.UU. criticó el caso de Minnesota, ciudad donde Floyd murió a manos del policía Derek Chauvin luego de que este se arrodillara en su cuello por más de ocho minutos, asegurando que la ciudad se había convertido en un “hazmerreír a lo largo del mundo”.
“Este es un movimiento. Si no le ponen fin, va a empeorar más y más. El único momento en el que triunfa es cuando ustedes son débiles, y la mayoría de ustedes son débiles”, manifestó Trump a los gobernadores.
“Tienen que arrestar a la gente, tienen que juzgar a la gente, tienen que meterles en la cárcel durante diez años y nunca verán este tipo de cosas de nuevo”, agregó el magnate neoyorquino.
Por su parte, el fiscal general, William Barr, quien también participó en la llamada, precisó que el Gobierno de Trump quiere presentar “cargos federales contra cualquiera que viole una ley federal en conexión con estos disturbios”, pero para eso necesita que los gobernadores dispersen las multitudes y “controlen las calles”.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, decretó un toque de queda que este tendrá lugar entre las 23 horas, tiempo local.
En el marco de los disturbios, más de 4 mil 400 personas han sido arrestadas desde que comenzaron las protestas la semana pasada.
-Con información de Infobae y agencias.
