— Hola, ¿hablo al hospital de bebés?
“Chi. ¿Qué quele?”.
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Autor: Conocida editora.
Depresión
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— Amiga, vaya cruda que debes tener, mira qué cara te cargas…
“No estoy cruda”.
— ¿Ah no?
“No, para nada, tengo una depresión post party”.
Autor: Otra conocida…
Sordomudo
Un jefe de la mafia descubre que su contador había desviado 10 millones de dólares de la caja a su cuenta privada.
El contador era sordomudo, por eso fue admitido en la mafia, pues como no podía oír nada, en caso de una eventual detención y proceso, no podría actuar como testigo.
Cuando el jefe le fue a preguntar por los 10 millones, lleva consigo a su abogada, que conoce el lenguaje de signos de los sordomudos.
El jefe pregunta al contador dónde están los 10 millones y la abogada, usando el lenguaje de señas, le hace saber la pregunta al contador, que a su vez responde con señales “Yo no sé de qué están hablando”.
La abogada lo traduce para el jefe:
“Dice que no sabe de qué le hablamos”.
El mafioso saca una pistola calibre 45 y apunta a la cabeza del contador, gritando:
“¡Pregúntale de nuevo!”.
La abogada, por señales, informa al sordomudo:
“Él te va a matar si no le cuentas donde está el dinero”.
El contador responde con signos:
“Okey, ustedes ganaron, el dinero está en un maletín marrón de cuero que está enterrado en el jardín de la casa de mi primo Enzo, en el número 400 de la calle 26, bloque 6 del barrio Pescadito de Santa Marta”.
El mafioso insiste en saber qué dice el sordomudo, a lo que la abogada contesta:
“Que no tiene miedo de morir y que usted es un pobre hijo de la Chilindrina, que no es lo suficientemente hombre para apretar el gatillo”.
Autor: La abogada.
Foto: Internet
Asalto
Va una pareja por la calle y aparece un secuestrador que amenaza a la mujer:
— ¡Deme la cartera o la degollo!
“¡Goyo! ¡Goyo! ¡La cartera!”.
Autor: El Goyo.
Borrachines
Un hombre que llega todos los días borracho a su casa, es regañado por su mujer:
“Vago, sinvergüenza, ¡te gastas todo el dinero en vino!”.
El borracho contesta:
Y tú qué te crees, ¡que el coñac me lo regalan, o qué!
* * *
Un borrachito estaba en el suelo y cuando vio a un policía quiso hacerle una broma.
El agente pregunta al borrachito:
— ¿Qué perdió, joven?
“El equilibrio”.
* * *
Había un borracho sentado en la cuneta, viene un policía y le pregunta:
— ¿Qué hace ahí?
“Lo que pasa es que todas las casas me dan vuelta y estoy esperando la mía para meterme”.
* * *
Un boxeador está en un bar y empieza a pedir muchas copas, las bebe y pregunta el mesero:
— ¿Cuándo empieza la pelea?
“Cuando te diga que no te voy a pagar”.
* * *
Un borracho está llamando a una puerta en la calle a las tres de la mañana:
“ABRACADABRA… ABRACADABRA… ABRACADABRA…”
Pasa un señor y pregunta:
“Por curiosidad, ¿qué hace usted a esta hora, llamando a una puerta y diciendo
Abracadabra?”.
El borracho agradece y rectifica:
“ABRE CARMINA… ABRE CARMINA”.
Autora: Carmina.
Despistado
Kade Lovell es un niño de 9 años, residente de St. Cloud, Minnesota, que pretendía participar en una carrera de 5 kilómetros. El chico tomó su curso y al igual que los otros competidores, siguió la ruta indicada pero se equivocó en una de las vueltas.
El pequeño siguió corriendo pese a darse cuenta de su error, y así, terminó ¡EN ZERIO! la carrera de 10 kilómetros en 48 minutos, derrotando a los rivales más jóvenes que eran veinteañeros, mientras que el segundo lugar, un hombre cuarentón, terminó de recorrer la pista un minuto después de Kade.
Al ser entrevistado por la prensa de la comunidad, el jovencito solo atinó en decir que al observar que la meta indicaba que la ruta era de 10 kilómetros, se mortificó por la regañada que le daría su madre, por ser tan despistado.
