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sábado, febrero 17, 2024
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El TLCAN trajo obesidad, enfermedades y comida rápida, sin nutrientes, a México: NYT

México, junto con Estados Unidos, es de los países más obesos en el mundo y parte de ese fenómeno se debe a la irrupción, con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) -firmado el 1 de enero de 1994-, de una dieta que se basa más en alimentos procesados importados y con pocos nutrientes, señaló este martes el diario The New York Times.

En un reportaje titulado: ‘El TLCAN y su papel en la obesidad en México’, firmado por los periodistas Andrew Jacobs y Matt Richtel, señaló que la dieta de un mexicano promedio es beber Coca-Cola, cenar en Domino’s Pizza o McDonald’s, o comprar Doritos o Cheetos en una tienda de conveniencia Oxxo, a mitad del día.


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Nada que ver con la comida hecha en casa, con productos de la granja familiar, como caldos de verduras, frijoles, tortillas y huevos. El rotativo estadounidense se refirió, en especifico, a la década de los setentas del Siglo pasado, cuando consumir carne “era un lujo”.

Así, los mexicanos “se han convertido en consumidores y participantes de la grave transformación del sistema alimentario de su País”, con enfermedades relacionadas con la dieta diaria introducida por el TLCAN.

“En la década de los ochenta, México comenzó a revocar los aranceles y permitir una mayor inversión extranjera con el fin de generar una transición hacia el libre comercio que culminó en 1994, cuando México, Estados Unidos y Canadá implementaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En el País, los opositores al tratado advirtieron que se perdería la independencia cultural y económica.”, señaló el diario.


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“Sin embargo, pocos críticos predijeron que ese acuerdo terminaría por transformar la dieta y el sistema alimenticio del País para parecerse cada vez más al de Estados Unidos. En 1980, el siete por ciento de los mexicanos era obeso, pero esa cifra se triplicó al 20.3 por ciento en 2016, según el Instituto de Evaluación y Mediciones de Salud de la Universidad de Washington.”

“Ahora, la diabetes es la principal causa de muerte en México: acaba con 20 mil vidas al año, según informa la Organización Mundial de la Salud.”, indicó el rotativo, que, además, destacó que muchos mexicanos padecen hipertensión y sobrepeso.

Para muchos mexicanos, el TLC prometía convertir en realidad “los delirios de unirse a la economía moderna”, le dijo Timothy Wise, un experto en comercio del Small Planet Institute y la Universidad Tufts, al NYT.

“Todos los antiguos trabajadores rurales tendrían nuevos empleos en las industrias de manufactura burguesas posteriores al TLC. Pero eso no ha sucedido […] Lo único en lo que México se convirtió en un país del ‘primer mundo’ fue en términos de su dieta”, explicó Wise al diario estadounidense.

Sin embargo, Jaime Zabludovsky Kuper, el subjefe mexicano de negociación del pacto, negó al NYT que el TLCAN haya incrementado la obesidad. Explica que, al contrario, el Tratado bajó los precios de la comida y alivió la desnutrición. En 2012, el 1.6 por ciento de los niños mexicanos sufría de desnutrición severa, una reducción notable del 6.2 por ciento registrado en 1988, según datos del gobierno.

Zabludovsky Kuper asevera que ahora la economía es más estable y los mexicanos viven más años lo que, según él, en parte explica por qué la gente está falleciendo de enfermedades no contagiosas como la diabetes y las cardiopatías. “Es el síntoma de una relativa prosperidad”, dijo.

En otro aspecto del mismo problema, la inversión agrícola de Estados Unidos permitió la modernización de los métodos mexicanos de cultivo, pero también desplazó a dos millones de personas que cultivaban alimentos para su sustento y el de sus comunidades, según el Centro Woodrow Wilson.

“Las principales cadenas de víveres y la mayoría de los negocios que venden comida en México cuentan con el respaldo de Estados Unidos o son socios de empresas como Wal-Mart, Subway y Pizza Hut. Oxxo, la cadena de tiendas de conveniencia, es propiedad de Femsa, el conglomerado de alimentos y bebidas asociado con Coca Cola, que ha crecido a 16 mil tiendas en contraste con las 400 que existían en 1990.”, abundó el NYT.

La inversión directa de Estados Unidos en las empresas mexicanas de alimentos y bebidas se disparó a los 10.2 mil millones de dólares en 2012 en contraste con los 2.3 mil millones de dólares antes del TLCAN, “y el vínculo entre ese crecimiento y el acuerdo comercial es indiscutible”, indicó el rotativo en su reportaje.

“Hasta mediados de la década de los ochenta, México había sido una economía proteccionista y aislada. La crisis económica a principios de esa década suscitó la discusión sobre el libre comercio para estabilizar a la nación, atraer la inversión extranjera e impulsar el crecimiento.”, señaló el NYT.

En cambio, enfatizó el diario, las exportaciones mexicanas de frutas y verduras saludables a Estados Unidos aumentaron, mientras que cantidades cada vez mayores de los ingredientes de los alimentos procesados fluyen en dirección contraria.

“El año pasado, más de la mitad de los productos agrícolas exportados de México a Estados Unidos fueron frutas, vegetales y jugos, mientras que estos alimentos representaron solo el siete por ciento de lo que Estados Unidos exportó a México, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.”

Las exportaciones estadounidenses a México han estado dominadas por la carne, la soya y el maíz, señaló el rotativo. El valor promedio anual de los granos que llegaron a México se disparó a los 4.7 mil millones de dólares en 2016 a partir de los 897 millones de dólares anteriores al TLCAN.

Las exportaciones de carne de cerdo y res también se incrementaron durante el mismo periodo, al igual que el valor de jarabe de maíz de alta fructosa, a 345 millones de dólares anuales en contraste con los 5 millones de dólares anteriores, enfatizó el diario extranjero.

Las prácticas agrícolas modernas y el capital estadounidense también se extendieron a México. La agricultura mexicana se hizo más eficiente, pero también contribuyó al desplazamiento de 4,8 millones de campesinos, y muchos de estos perdieron sus empleos, según un estudio del Instituto México del Centro Woodrow Wilson.

“La gente puede darse el gusto de comprar más comida procesada y consumir así más calorías”, dijo al NYT, Duncan Wood, director del Instituto México del Centro Woodrow Wilson, “pero no tiene suficiente dinero para un estilo de vida que les permita comer de manera más saludable”.

En el año 2015, los mexicanos compraron en promedio 1928 calorías de comida empaquetada y bebidas al día -380 calorías más que en Estados Unidos-, más que las personas de cualquier otro país monitoreado por Euromonitor International, una agencia de estudios de mercado.

Aunque las causas de la obesidad son complejas -e incluyen la genética, cambios en el estilo de vida y otros factores-, muchos estudios han asociado el aumento de peso con el consumo de alimentos procesados con un alto contenido de sal, azúcar y grasa, que son la esencia de los gigantes minoristas.

En 1997, Wal-Mart pagó 1.2 mil millones de dólares por el control mayoritario de la principal minorista mexicana, Cifra. En la actualidad, la estadounidense es el minorista de alimentos más grande de México.

Por su parte, Oxxo ocupa el segundo lugar de participación en el mercado de víveres. También es la cadena de tiendas de conveniencia más grande, con un 75 por ciento de participación en el mercado, según Euromonitor.

En su informe anual de 2003, por ejemplo, Femsa -propietaria de OXXO, junto a Coca Cola-, presumió que la cadena de tiendas de conveniencia se había convertido en “el mayor vendedor de refrescos y cervezas, así como tarjetas telefónicas, cigarros y agua embotellada”.

Javier Astaburuaga Sanjines, director de Finanzas de Femsa durante once años, minimizó a pregunta expresa del diario, el papel del libre comercio en el aumento de la obesidad, al señalar que “los malos hábitos alimenticios ya estaban propagándose” antes del TLCAN.

Sin embargo, en 2012, un estudio titulado ‘Exporting Obesity’, reveló que el incremento de la inversión de empresas estadounidenses había hecho más accesibles los refrescos y la comida procesada para el mexicano promedio. Concluyó que, como mínimo, el TLCAN había acelerado la transición de la dieta y el aumento de la obesidad en México.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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