Las elecciones presidenciales de 2018 sí van a afectar el tema tributario, presupuestario, financiero, así como monetario, porque mucho de la atracción y salida de la inversión depende del tipo de política pública y de la estabilidad que ofrezca un gobernante en estos rubros, lo cual, ninguno de los aspirantes ha abordado, advirtió el abogado fiscalista, Adolfo Solís Farías.
“Desafortunadamente, ninguno de los que aspiran a la presidencia han dado alguna señal de sus políticas públicas; solo podemos calificar por lo que han sido o lo que han hecho y si nos vamos por lo que han sido y lo han hecho, ninguno funciona de aquí en adelante”, sentenció.
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Ante ello, consideró que en materia financiera, las elecciones y los partidos políticos “sí pueden generar incertidumbre y un refugio de capitales en otro país”, aclaró.
“En materia de política monetaria también incide una elección, porque de acuerdo a la ideología de cada partido, es como se lleva la rienda en este país; hay quién tiende a devaluar moneda y quién no y todo eso tiene un efecto colateral en la ciudadanía”, agregó.
En materia impositiva, compartió que los ingresos que no conseguirá del petróleo, el Gobierno Federal buscará obtenerlo de la bolsa de los ciudadanos, “ya sea en materia del Impuesto Sobre la Renta, Impuesto al Valor Agregado, entre otros, pero la presión va a recaer en su bolsa”.
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Muestra de ello, anotó, es la versión 3.3 del Comprobante Fiscal Digital -CFDI-, el cual revolucionará el control que el gobierno tiene sobre los contribuyentes en general, volviéndolo más moderno, excesivo y negativo para la población.
El experto en temas fiscales recordó que a partir del 1 de diciembre, la nueva versión será obligatoria, y con su entrada en vigor, el Servicio de Administración Tributaria -SAT-contará con una herramienta para fiscalizar, controlar, determinar y hacer actos de exacción a partir del próximo año, tanto a nivel micro, medio y macro, reflexionó.
“En esencia, es desnudar toda la información económica de un contribuyente y la versión 3.3 la va a controlar el SAT, lo que significa que toda la información va estar a su disposición, a su alcance y con instrumentos econométricos va a poder determinar a quién revisar, a qué sectores limitar, a quién fiscalizar, cómo controlar a la población”, expuso el representante de Grupo Farías Abogados Tributarios.
“Es un cambio de paradigma, la versión 3.3, en esencia, viene a revolucionar la forma de controlar al contribuyente y no digo que para bien, porque la modernidad es buena, pero el excesivo control no es bueno”, acotó el abogado fiscalista.
