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viernes, febrero 16, 2024
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Alertan sobre parálisis flácida aguda

De los 13 casos inusuales que se presentaron en Ensenada, mismos que según la autoridad, ya fueron superados, el origen pudo haber sido el consumo de alimentos en mal estado o de agua que no estuvo debidamente tratada

 


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Tan solo en los tres primeros meses de 2017, en el puerto de Ensenada, se suscitaron 13 casos de parálisis flácida aguda. La situación puso en alerta a las autoridades sanitarias, pues lo normal es que se registre un caso, o cuando mucho dos, al año.

Epidemiólogos de la Capital del Estado y del Sector Salud a nivel federal llegaron a estudiar los casos y las historias clínicas de los pacientes afectados por el también conocido síndrome de Guillain-Barré.

“Miguel Sosa”, de alrededor de 50 años de edad, fue uno de los pacientes que terminó hospitalizado a causa de la enfermedad. Radica en Ensenada, pero por cuestiones de trabajo viajó a Mérida, Yucatán. A unos días de su regreso comenzó a tener algunas ronchas en la piel y fiebre, luego tos y debilidad general. Eso lo llevó a consulta al hospital del Instituto de Servicios de Seguridad Social para Trabajadores del Gobierno del Estado y Municipios de Baja California (Issstecali).


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Foto: Internet

Ya estando en el  nosocomio su situación se agravó, empezaron los hormigueos en los pies que terminaron subiendo hasta los muslos, hasta debilitar casi todo el cuerpo. Los médicos que lo atendieron aceptan que su estado era crítico, pues llegó al grado que no podía ni abrir los ojos y no podía sostener firme la cabeza. Se le suministraban medicamentos nada más para controlar los síntomas, el resto ha sido terapia. Lleva ocho meses en casa tratando de rehabilitar sus músculos atrofiados y ya empieza a mover sus extremidades y a caminar un poco.

Los estudios hechos a “Miguel” dieron positivo al virus del Zika, que se asocia al síndrome neurológico de Guillain-Barré. Ya existía el antecedente del primer caso autóctono de Zika en Baja California, que se dio precisamente en este puerto, en la colonia Peñitas, al norte del municipio. Han sido cuatro casos en total de Zika en Ensenada, pero solo los dos mencionados desarrollaron Guillain-Barré, que es multifactorial, englobados dentro de los 13 casos disparados en tres meses.

“La parálisis flácida puede ser multifactorial y no nada más por una situación directa. Puede ser viral, bacteriana, por toxinas en moluscos vivaldos, por ejemplo. También el Zika puede afectar a algunas personas y en otras presentarse asintomática”, explica el doctor José Antonio García Rivera, jefe de la Jurisdicción Sanitaria de la Secretaría de Salud (Isesalud) en Ensenada.

Interrogando a los pacientes, se determinaron causas en común, como el consumo de pollo y el agua sin hervir o clorar, principalmente. “Pero eso no quiere decir que todo el pollo esté contaminado y que el pollo de Ensenada va a causar parálisis flácida aguda directamente, eso hay que descartarlo, el pollo no enferma a la gente, pobrecito; lo que enferma a la gente es el pollo, el pescado, el camarón, mal tratado, mal refrigerado o mal procesado”, precisa García Rivera.

Las autoridades piden no satanizar al pollo, pues el problema es más de higiene en general: “Si un alimento lo hierves, lo fríes, ya no te causa daño. Si yo como pollo frito y me lo como en el momento, no hay recesión, pero si yo frío el pollo y lo conservo mal, al paso de los días ese pollo sí se puede contaminar”.

 

Agua mala

El agua de uso cotidiano contaminada como posible causa de las parálisis, fue otro tema que alarmó a los ensenadenses. A la ya de por sí mala calidad del agua que los ciudadanos reciben diariamente en sus casas, se agregó la posibilidad de que comercios de agua potable embotelladas estuvieran vendiendo el líquido contaminado. Las autoridades descartaron tal situación: “Eso ya sería terrorismo, ¿no? No es la situación”.

Se planteó también que algunas personas bebieron agua directamente de pozos, situación que también se descartó, concretamente se centraron en la situación que algunas personas lavaron verduras, alimentos y sus manos con esa agua, sin estar debidamente clonada o hervida.

Pero si bien el agua que llega por tuberías a los ensenadenses quedó descartada como principal factor del Zika o la parálisis flácida aguda, no sucede así para otros trastornos como alergias, diarreas o molestias  mínimas si se quiere, pero que son común en la ciudad.

“Cuando lavamos la ropa, por más detergente que echemos el agua no hace espuma, y además, toda la ropa de vestir y de cama queda con un permanente olor extraño, como a solvente o químicos, nunca agarra el aroma del jabón, irrita la piel y la nariz, es muy molesto”, se queja Miguel Menchaca respecto al vital líquido suministrado por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE).

“Nuestra agua definitivamente no es potable”, aceptó Carlos Loyola Peterson, director de esa paraestatal. “El agua está sucia, pero no contaminada -agregó a manera de consuelo-, pierde su transparencia en su recorrido por las tuberías, mismas que tienen 50 años”.

Explicó que el problema es básicamente por las malas condiciones de la infraestructura, tuberías con medio siglo que corren por debajo de callejones de servicios, reparaciones que implicarían sacar las tuberías a las calles y hacer perforaciones en algunos casos debajo de las casas, cosa que además de no ser sencillo, “no tenemos dinero para mejorarlo”.

No obstante, aseguró que se han tomado medidas: “El consumo de gas cloro lo hemos incrementado al doble, para que no haya riesgo de infección”.

 

Acciones

Otra situación que no fue más que especulación, aseguran las autoridades sanitarias, fue que los 13 casos inusuales de parálisis se debían a un brote atípico de poliomielitis, virus que está erradicado desde hace tiempo y con un sistema de vacunación permanente a cargo del Sector Salud.

“De entrada no hay poliomielitis en adultos, sería muy extraño, siempre es en menores de cinco años. Podemos carecer de alguna otra vacuna, pero de la del polio, nunca”, enfatiza el jefe de la Jurisdicción Sanitaria.

En los 13 casos de la parálisis flácida no hubo distingos de zonas de la ciudad ni nivel socioeconómico, y básicamente afectó a adultos jóvenes en edad productiva, en una relación de dos hombres por cada mujer. Todos han evolucionado satisfactoriamente, apenas con secuelas y ningún fallecimiento.

Pero hay 23 expedientes clínicos más a los que se da seguimiento, las autoridades se niegan a nombrar “casos” y precisan que se trata del Programa Permanente de Estudio. Corresponden a ocho menores de 2 a 13 años de edad, y quince adultos entre 15 y 64 años.

“Se estudian porque llegaron con alguna sintomatología que pudiera sospechar Guillain-Barré, pero no se ha notificado ningún caso positivo, y se han ido descartando al paso de los días”.

La Jurisdicción Sanitaria ha sido reiterativa en que no se trató de un brote, que son casos aislados, algunos relacionados con la bacteria Capylobacter y otros con el virus del Zika, y que el problema se ha ido solventando con las acciones preventivas sanitarias normales y con jornadas de fumigación y limpieza donde han ubicado moscos que transmiten Zika, dengue y Chikungunya.

En lo que va del año se han colocado más de 6 mil ovitrampas en toda la ciudad, detectando la presencia de los moscos con los virus en casi 2 mil de ellas. Se han nebulizado 25 mil hectáreas para controlar el mosquito, así como implementado brigadas del programa de vectores que visitan casas y colonias con factores de riesgo para llevarle la información a la población y las medidas a tomar.

“Han criticado que la Secretaría de Salud no fumiga todas las colonias, lo que hacemos es colocar ovitrampas en todos lados, captamos los moscos, los estudiamos, y prevenimos a la población con limpia de sus patios, fumigación, arrasamos con garrapatas, con el mosco, con todo; se fumiga por la tarde o noche porque de otra manera el sol deseca el fumigante. Se tienen resultados siempre y cuando la población colabore, y los ciudadanos han respondido bien, por eso no hemos tenido más casos de Zika”, explica el doctor José Antonio García Rivera.

 

Cuestión de prevención

La parálisis flácida, el Zika y el síndrome de Guillain-Barré, es una enfermedad que genera una alteración el sistema nervioso, actúa sobre todo en el tono muscular y sobre la movilidad voluntaria, se afectan las neuronas motoras inferiores y conducen a la interrupción de los reflejos de la médula espinal y músculos como deltoides, trapecio, cuádriceps, glúteos, intercostales y tibial.

La parálisis es bilateral, va subiendo por ambas piernas y puede alcanzar hasta los músculos respiratorios, estos se cansan y caen una insuficiencia o dificultad respiratoria, por lo que a veces es necesario entubar a los pacientes. No existe un  tratamiento único, pues se origina de diversas enfermedades, en las que, por ejemplo, la diabetes o hipertensión pueden ser motivo de complicación.

La bacteria, que de hecho vive de forma regular en la flora intestinal, tiene la capacidad de auto limitarse y generalmente no desencadena en defunción, salvo que los problemas respiratorios se presenten hasta el grado de impedir la respiración. “Es lo mismo que una influenza, puede ser que tu cuerpo la soporte y aun no vacunado no te mueres, nada más te da gripa, tos o una fiebre, te acuestas y no te mueres; mientras que en otra persona puede desencadenar en neumonía y fallecer”, ilustra un especialista consultado.

En suma, la directriz es meramente preventiva, con las medidas que las autoridades sanitarias de cajón recomiendan. Lavar frutas y alimentos con agua hervida o clorada, lavarse bien las manos, no ingerir comida en la calle. Y en el caso especifico de los mosquitos que transmiten el dengue, Zika y Chikungunya, dormir en habitaciones con mosquiteros en ventanas y puertas, usar pantalones y camisas de manga larga, utilizar repelentes, vaciar, limpiar y cubrir toda clase de recipientes donde se almacene agua.

De los 13 casos inusuales de parálisis que se presentaron y que asegura la autoridad está superada, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria explica el posible motivo: “Yo creo que la bacteria Campylobacter jejuni se fortaleció por alguna razón y fue  más que nada por haber consumido alimentos de dudosa procedencia, o haber utilizado agua que no estuvo bien tratada. Porque del Zika, fuera de los dos casos presentados, no ha habido más, si no, estuviéramos en Ensenada llenos de ese problema”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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