Una voz metálica rasga el silencio contando 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8… mientras quienes la escuchan permanecen impávidos, expectantes, sorprendidos. Nadie grita mambo, ¡uh!, ni empieza alguno a bailar alegremente, pues el conteo corresponde a un metafórico referí que le cuenta, un tanto sorprendido, al pugilista que está en la lona antes de declararlo fuera de combate, lo más extraño es que el combate aún no comenzaba cuando el amarillo azteca, aquel de las épicas batallas, al que jueces corruptos le habían robado en dos o hasta en tres ocasiones el campeonato, se derrumbó en el cuadrilátero, víctima de sus excesos, de su falta de seriedad, está en la lona por haber vivido en los últimos años borracho de poder, dinero y fama; por haber perdido la humildad y la decencia; por haber despedido embriagado a sus brillantes entrenadores; porque de él se ha hecho cargo un entrenador vicioso y corrupto llamado “Chucho el sucio”, quien en realidad trabaja para sus odiados contrincantes.
El PRD perdió razón de existencia, a estas alturas, la única posibilidad de ser protagonista de la próxima elección presidencial, es auto extinguirse; liquidarse a cambio de tres pesos aliándose a su némesis azul o; sumarse a la candidatura de AMLO. El problema es que lo primero resulta casi imposible con 4 gubernaturas y un presupuesto millonario, ejercido por personas que no saben cazar lo que se comen de otra forma que no sea la burocracia partidista y; que el tabasqueño calcula que recibirlos cargando con los inefables chuchos saldría más caro que despreciar el apoyo de su ex partido. Me consta que distintas corrientes se le han acercado buscando un acuerdo de unidad, pero les pide que se saquen el corazón y se lo entreguen, o que arreglen primero el problema Chucho, cuestión que ni él mismo pudo solucionar.
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Lo más seguro es que el PRD llegará al 18 en un ejercicio irracional de suicidio colectivo, enajenados y embrutecidos por el miedo y las venenosas mieles del poder. Pareciera que no queda otro camino que la extensión como partido disputante del poder: si se alía con el PAN es acelerar su satelización, si la alianza es con Andrés Manuel será engullido por el macuspano que no tiene proyecto partidista que ofrecerles, sino uno personal de transformación nacional, en la que morena es solo un elemento de su estrategia, pero no un partido político, por si fuera poco, les pide obediencia total, acto de fe, sin oportunidad de opinar ni patalear.
Su menguado proyecto propio parece apostarle al voto de los ultra-liberales que no llega al 5%, pero ya se los disputa Álvarez de Icaza, o a que Cárdenas le dé viruela a su edad y sea su candidato, pues Mancera está desfondado, y a sus gobernadores casi nadie los conoce.
Veremos si la cuenta termina en 10 y ni siquiera logra entrar en combate.
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Jesús Alejandro Ruiz Uribe es Doctor en Derecho Constitucional, ex diputado local, rector del Centro Universitario de Tijuana en el estado de Sonora y coordinador estatal de Ciudadanos Construyendo el Cambio, A.C.
