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sábado, febrero 17, 2024
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El pendiente

A la pregunta expresa si venía a Comunicación Social del Gobierno del Estado de Baja California, Raúl Reynoso Nuño respondió de inmediato: “Nada me daría más gusto”.

Abogado, Reynoso fue periodista antes que encargado de comunicación. Se desempeñó en televisión y radio.


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Pero desde que le entró el gusto por el gobierno, no lo ha soltado. La comunicación institucional y gubernamental se convirtió en su verdadera profesión. Con quien se estrenó en esa área fue con Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador emanado del Partido Acción Nacional en Baja California y en México, de hecho.

Su buen trato con los periodistas y su compromiso en el desarrollo de políticas de comunicación alejadas de la transa, la conspiración, la operación y la extorsión, le han llevado a ocupar cargos diversos en la materia. Trabajó en la comunicación de medios con los Estados en la Presidencia de la República de Felipe Calderón Hinojosa, también encabezó esa área en la Procuraduría Federal del Consumidor, asesoró en la materia en el Senado de la República y, en los últimos dos años, ha trabajado en Puebla. Primero como director de Relaciones Públicas y Comunicación del Congreso del Estado poblano, y después y hasta la fecha, encabeza el departamento especializado en la Secretaría General de Gobierno que titula Diódoro Carrasco.

Con tal hoja profesional, resalta que el nombre de Raúl Reynoso Nuño esté siendo considerado para encabezar la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Baja California, que aún ocupa el joven Roberto Karlo López, uno de los alfiles de Francisco Vega de Lamadrid.


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Sorprende porque, aparte de ser un profesional, Reynoso es una persona seria. Lo suyo no son las campañas de desprestigio, ni las comisiones por publicidad, ni las presiones económicas para censurar a los periodistas o incidir en líneas editoriales de medios de comunicación. Sin embargo, si lo invitan, a él le daría gusto. Y quizá al Gobierno del Estado de Baja California le daría un respiro, mientras al gobernador le cerraría uno de los tantos frentes que trae abiertos.

Hace una semana Jorge Cornejo Manzo “presentó” su renuncia a la Dirección de Imagen y Publicidad en la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado, luego de ser señalado por cientos de periodistas por sus prácticas que de tan poco éticas rayan en lo ilícito. La realidad es que su salida fue un pacto entre el primer círculo del gobernador, el mismo que se había empeñado en mantenerlo en el cargo pese a las solicitudes de investigación sobre su persona y el área que manejaba, por parte de directores de medios, editores, periodistas y reporteros de Baja California.

Fue evidente que “la renuncia” se dio para apagar uno de los muchos fuegos encendidos que trae el Ejecutivo estatal, sea por responsabilidad propia o por acciones u omisiones de sus colaboradores más cercanos. Acostumbrado a ejercer grandes presupuestos y confabular con el primer círculo (Francisco Vega, Antonio Valladolid, Carlo Bonfante), Cornejo soltó la bolsa económica que traía, aunque en política y en el gobierno, asumen que pronto será rescatado.

En la misma posición está Roberto Karlo López. “Jefe” de Cornejo Manzo, no debió ser ajeno a las acciones de las cuales se señala al ex colaborador. López debía aprobar lo que el otro proponía, pues él es finalmente el responsable del área, amén que carece de credibilidad ante los periodistas, a quienes ignoró  durante dos meses en las peticiones de investigación sobre esa área.

De ahí que sea una probabilidad el cese de López y la llegada de otro coordinador de Comunicación Social. Por eso el nombre de Raúl Reynoso Nuño ha emergido como una persona que podría sacar del hoyo de la ignominia a esa área del Gobierno del Estado.

Sin embargo, hay pendientes. Por ejemplo, ni Francisco Vega, ni el secretario de Gobierno, Francisco Rueda (quien se ofreció como interlocutor con los periodistas), han dado respuesta a los dos desplegados firmados por los comunicadores. No han admitido investigar las áreas de comunicación, imagen y publicidad. “Aceptaron” la “renuncia” de Cornejo Manzo, pero lo dejan ir libre de investigación a pesar que entidades externas sugirieron auditar la Coordinación de Comunicación, especialmente después del señalamiento de los periodistas y en el contexto de lo sucedido en Sonora, donde el ex jefe de Cornejo, Jorge Morales, está en prisión precisamente investigado por extorsión, sospecha que entre otras, recayó sobre el ex colaborador de Vega de Lamadrid.

Es decir, con la “renuncia” de Cornejo, por así convenir a la administración estatal, están aceptando que existe un problema, que hay motivos suficientes para considerarlo una persona no confiable en el servicio público y retirarlo del cargo, pero aun así no lo investigan. Al menos no públicamente, pues la separación del cargo se dio en época de vacaciones decembrinas y no ha habido un posicionamiento oficial por parte del gobernador o su titular de la Secretaría de Gobierno. El tema, como muchos otros, intentaron se perdiera entre los días de asueto y los estallidos sociales que vendrían por los gasolinazos.

Si de verdad está comprometido con la transparencia y la rendición de cuentas, el gobernador de Baja California no puede ignorar ni “la renuncia”, ni la investigación solicitada a las áreas de comunicación que todavía encabeza Roberto López y donde “servía” Jorge Cornejo. Debe ir más allá y aclarar públicamente lo que en privado se comenta: los abusos y excesos ahí cometidos, además de sancionar a los funcionarios.

El cambio en Comunicación Social puede resultar refrescante para la administración de Vega, pero resultaría más provechoso demostrar que si un funcionario se excede, comete ilícitos o cae en la corrupción, será castigado. De otra manera, la impunidad política seguirá imperando en este gobierno, que entre tanto frente abierto, podría ser el último del PAN en Baja California, u otro gobierno inacabado, como el de Xicoténcatl Leyva Mortera en 1989, lo que precisamente dio origen al cambio y a la alternancia en el Estado.

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Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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