Casi un mes ha pasado desde la última vez que María Dolores de León Mercado vio a su hija Memffis, y todavía no la encuentra.
“La última vez a mi hija yo la oí bien, que mucho se estuvo divulgando que se escapó, que es una fuga; no, a mi hija me la robaron, estoy segura que me la robaron. En su última llamado me dijo ‘Mami, ya estoy cerca de la casa’”.
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Ese día nadie fue a recogerla a la Escuela Primaria “Eucario Zavala”, donde la niña estudia el quinto grado.
La mujer relató a ZETA que la tarde del lunes 14 de noviembre, Memffis, de 10 años de edad, la llamó desde una tienda de autoservicio en Bulevar Fundadores, cerca del fraccionamiento El Rubí -donde residen-, para informarle que se encontraba cerca de casa.
Descartó que la menor haya intentado escapar por problemas al interior de la familia: “Toda familia tiene problemas, lo común, pero nada diferente, problemas familiares, no”.
Con la intención de involucrar a la sociedad en la búsqueda de Memffis Marroquín de León, tanto María Dolores como otros familiares y miembros de la comunidad marcharon la tarde del domingo 4 de diciembre. Repartieron volantes por la Avenida Constitución de la Zona Centro, desde el parque Plaza La Ocho hasta la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Calle Segunda.
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Miguel Ángel Guerrero Castro, coordinador de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, fue enfático: “Seguimos buscándola”, pero “no ha aparecido”.
Apuntó que antes de extraviarse “la menor estaba en un tipo de depresión” por asuntos relacionados con su estructura familiar, no obstante, la investigación no arroja indicios de que haya escapado o haya sido raptada, ya que en el último lugar en el que se supo de ella, “nadie vio que se la llevaran a la fuerza”. Simplemente no la encuentran.
A la fecha, el relato más fuerte con el que cuenta el Ministerio Público es el de una vendedora de flores a quien Memffis pidió 20 pesos prestados para recargar crédito en su línea de celular y llamar a su madre porque “le dolía el estómago”; lo que la florista cuenta es que efectivamente le prestó el dinero, hizo la recarga en un comercio, y luego se dirigió a casa. No se supo más de ella. Tampoco hay registro de que haya salido de la ciudad por vía terrestre o aérea.
Antes de emprender la caminata, María Dolores pidió a quienes hayan raptado a su hija que la dejen libre: “Le pido a la persona que la tenga, que la suelte, que la deje; venganza yo no sé qué es eso, yo no voy averiguar, que la suelten en un lugar público, para eso es esta marcha, para ablandarles el corazón”.
