12.1 C
Tijuana
lunes, febrero 19, 2024
Publicidad

Dedicó su vida a la actuación

La mayor parte de su vida la pasó entre foros de televisión, cine y escenarios teatrales. Su pasión por la actuación la heredó de su padre, Leopoldo “Chato” Ortín, quien fue un personaje muy importante en la época de oro del cine mexicano.

De gran sonrisa, alegre, simpático, buen humor y muy solidario, Polo Ortín se ganó el cariño no solo del público, también de sus compañeros actores con quienes colaboró a lo largo de su carrera, por la seriedad, responsabilidad y entrega que imprimía a cada trabajo.


Publicidad


Sumó 75 años de trayectoria laboral, destacándose de igual manera en el doblaje. Realizó más de 150 películas, 30 telenovelas, varias series de televisión, además de participaciones en obras de teatro.

Con 88 años de vida, el histrión seguía trabajando, pues para él, estar en los escenarios era su mejor medicina; recientemente había terminado de grabar la telenovela “La Vecina”, donde hizo un papel de sacerdote y ya tenía una nueva invitación para formar parte del elenco de un nuevo melodrama producción de Nicandro Díaz, sin embargo, la madrugada del martes 16 de agosto la muerte le llegó de manera fulminante. Según los doctores, el comediante falleció de un paro cardiaco.

El deceso ocurrió en la casa de Ortín en la Ciudad de México. Irma Gómez, su nuera, dijo a los medios nacionales que su suegro estaba enfermo de bronquitis, situación que se agudizó en los últimos días.


Publicidad

 


Si bien el actor ya había esquivado a la muerte en varias etapas de su vida cuando pudo salir avante de un cáncer, así como de una intervención de columna, y  por si fuera poco de un problema del corazón, lo cual lo obligó a usar marcapasos, en esta ocasión, el infarto fue fulminante, por lo que nada pudo hacer su hijo Jorge, quien fue a su auxilio cuando don Polo Ortín cayó en el baño de su hogar.

El legado que deja el comediante que nació el 16 de abril de 1928 en la Ciudad de México, es haber pertenecido a una generación de actores que se forjaron a base de trabajo, cuyo talento quedará inmortalizado en los proyectos que a lo largo de su carrera realizó, entre los que destacan: los doblajes en las series “La Isla de Guilligan, “Mi Bella Genio”, “Los Tres Chiflados” y “Mork y Mindy”, entre otros, así como su actuación en melodramas como “Soñadoras”, “La Casa en la Playa”, “Mundo de Juguete”, siendo su última intervención en “La Vecina” en 2016, mientras que en el cine lo hizo en 1996 con “Como Agua para Atole”. Pero seguramente, las nuevas generaciones lo recordarán con cariño como el gran Don Roque en la serie “Vecinos”, que inició trasmisiones en julio de 2005 y permaneció por cuatro temporadas, arrancando sonrisas y divirtiendo a grandes y chicos.

“Al público gracias, porque siempre le dieron su corazón, hablaron bien de él y le dieron sus bendiciones”, declaró su hijo Jorge a un medio nacional. Los restos de Polo Ortín fueron cremados.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas