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miércoles, febrero 21, 2024
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12 años sin Pancho

Francisco Ortiz Franco leía más que todos sus subalternos en ZETA y estaba orgulloso de ello. Disfrutaba actualizar sus conocimientos, se tituló como licenciado en Derecho y aprendió del oficio de periodista desde 1977; el perfil de maestro lo descubrió en este Semanario, cuando a finales de los ochentas le tocó trabajar con decenas de universitarios que, como marabunta y sin la menor idea de lo que era ejercer el periodismo, invadimos la redacción.

En su papel de editor y reportero, “Pancho” realizó excelentes investigaciones, y a lo largo de su carrera en ZETA, de 1980 a 2004, obtuvo y publicó muchas de esas primicias y exclusivas que tanto ansía un periodista.


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Pero su capacidad estaba por encima de su ego, no era de los que presumía, ni se vanagloriaba o buscaba luces y reconocimiento público; le interesaba la noticia y el efecto que ésta tenía en la sociedad.

Hacía su trabajo sin aspavientos ni escándalos, por naturaleza era ecuánime, sensato, mesurado, pero cuando sentía que el tema se lo impediría, compartía dudas con sus compañeros en busca de asertividad y equilibrio. Un ser humano cortés, generoso como mentor, compañero, reportero y amigo.

Por eso, aquel 22 de junio de 2004, cuando un homicida le disparó en cuatro ocasiones a la cabeza frente a sus hijos, para quienes lo conocían fue imposible aceptar la noticia. Negación total, el aire no podía llegar al cerebro, a la angustia que impide respirar le siguió el llanto con la primera bocanada de aire, después desesperación, impotencia, ira y tristeza.


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Manos criminales le habían quitado la vida a dos cuadras de las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado y nadie fue detenido. Doce años de impunidad se han acumulado desde entonces, esta semana incluso entró un Nuevo Sistema de Justicia Penal que es más benévolo con los homicidas, y ninguno de los asesinos que participó en el cobarde ataque a nuestro editor Francisco Ortiz, ha sido imputado por el crimen.

Unas semanas previas a su homicidio, Pancho había publicado el reportaje titulado “Más de 70 mil dólares costaron las credenciales de sicarios del CAF”, el cual contenía un cartel elaborado por el FBI con las fotografías de 27 narcotraficantes y homicidas de la mafia de los Arellano Félix. Explicaba cómo todos habían recibido identificaciones que los acreditaban como agentes ministeriales de Baja California.

El 22 de julio, un mes después de su muerte, con información de las procuradurías estatal y federal, ZETA elaboró y publicó una lista de personas sospechosas de estar implicadas en el crimen: Arturo Villarreal “El Nalgón” y Eduardo Ronquillo, apodado “El Niño”, integrantes del Cártel Arellano Félix; Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, del grupo de narcotraficantes Los Zetas; y Jorge Hank Rhon, dado que Francisco trabajaba para reabrir el expediente del asesinato del cofundador de este Semanario, Héctor Félix Miranda, acribillado en 1988 por los guardaespaldas del priista, caso en el que no ha sido detenido el autor intelectual.

El 18 de agosto de 2004, el subfiscal general de la República, José Luis Vasconcelos, y Antonio Martínez Luna, entonces procurador de Baja California, dijeron en conferencia que el homicidio del editor era imputable al CAF.

En la audiencia donde el gobierno de Estados Unidos presentó los cargos contra el narcotraficante Arturo Villarreal “El Nalgón” en 2006, la fiscal Laura Duffy lo presentó como responsable del asesinato de Ortiz Franco. Sin embargo, la investigación del cobarde crimen cometido contra nuestro compañero, permanece sin orden de aprehensión contra responsable alguno. De acuerdo con la PGJE, Ronquillo fue asesinado e incinerado en 2004, la PGR informó que Lazcano fue abatido en 2012, Villarreal fue detenido por el gobierno de los Estados Unidos y no ha sido acusado del homicidio, mientras que Hank ni siquiera ha sido investigado.

El delito infame cometido contra Francisco, sus hijos, su esposa, su madre, su familia, sigue impune, lo mismo que el atentado contra la libertad de expresión y la línea editorial de ZETA.

Desde el ex Presidente Vicente Fox, hasta la actual Presidencia de Enrique Peña y sus respectivos procuradores, el expediente de Francisco no ha sabido más que de corrupción o ineficiencia, por ello hoy reiteramos el reclamo perenne de justicia, un poco de ese principio, de ese valor que Francisco defendió permanentemente desde sus múltiples trincheras.

 

Autor(a)

Rosario Mosso Castro
Rosario Mosso Castro
Editora de Semanario ZETA.
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