“Yo soy Rosy y rescato”, dijo Rosy Orozco, activista social en contra de la trata de personas, quien brindó su apoyo a víctimas que se resguardan en “La Casa del Jardín”, con el movimiento #HojaEnBlanco, que busca darles una oportunidad de comenzar una nueva historia.
En el albergue se les brinda protección y una vida digna a 20 niñas y mujeres víctimas de explotación sexual y violencia doméstica, a través de la organización Red Binacional de Corazones, que preside Alma Tucker; con el fin de que logren reincorporarse a la sociedad, una vez sanadas.
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La activista explicó que a través de este movimiento, se busca que las víctimas de trata de personas inicien desde cero “como una hoja en blanco lista para que le escriban nuevas historias”; todo esto gracias al apoyo de voluntarias, dispuestas a ayudar y darles una oportunidad que en un inicio no tuvieron.
“México está atrasado en temas de trata de personas, pero también es quien ha conseguido más rescates y penas hacia los agresores”, comentó. En la mayoría de los países, los refugios de niñas y mujeres víctimas de explotación sólo brindan atención durante los primeros 6 a 12 meses de rescatadas, después, tienen que valerse por sí mismas con riesgo de volver a su antigua vida, o que sean localizadas por sus explotadores.
Sin embargo, a través de la Red Binacional de Corazones, en Tijuana; y Unidos contra la Trata, organización que preside Orozco en la Ciudad de México; las niñas y mujeres rescatadas reciben atención integral, asesorías, educación y mucho amor “el suficiente para que vuelvan a ser reincorporadas a la comunidad”.
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Orozco recalcó que el cierre de giros negros disminuyó la violencia contra las mujeres en Coahuila y Tamaulipas, estados donde se ha aplicado la Ley General Contra la Trata de Personas, sin embargo, no existe voluntad por parte de las autoridades para llevarla a cabo en cada uno de las entidades del País.
