Conzultoría Matrimonial y Familiar
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Mucho se habla de la falta de deseo sexual en las mujeres y la mejor forma de expresarlo es que “le duele la cabeza” y no precisamente porque así sea, sino que así omiten las explicaciones y dan por agotado el tema. Sobre esto hay mucho de qué hablar, pero respecto a la falta de deseo sexual en los hombres, uno de los problemas matrimoniales más comunes, es de los menos discutidos.
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Realmente en los hombres sí es un problema, porque son ellos los que menos acuden a la consulta de un profesional para solucionar esta situación, entre otras cosas por ser pocos los especialistas que tratan estos asuntos y la verdad no son los médicos generales ni ginecólogos los que conocen a fondo este hecho, incluyendo a los urólogos, salvo que sea alguna afección clínica que dé lugar a una tratamiento u operación. Sin embargo, la mayoría de los hombres que acuden a consultar el motivo de su problema lo hacen motivados, impulsados o arreados por sus parejas, ya que, de no ser así, podrían ocasionar muy fácilmente una ruptura de la relación; esto a razón de que la falta de deseo sexual por parte del hombre es pensado por la mujer como falta de deseo, atracción o amor hacia ellas.
Ante tales circunstancias, la mujer se siente engañada, menospreciada y en ocasiones hasta culpable por no despertar la pasión sexual en su pareja. Comienza a sentirse poco deseable, frustrada y lo que es peor, la situación se convierte en un círculo vicioso, de modo que llega a deprimirse y presentar baja autoestima, al punto de evita toda posible relación sexual por suponerla un cumplido de su pareja.
La falta de deseo sexual en el hombre tiene solución, pero evitar atenderse o dejar pasar el tiempo puede producir un rutina de pareja asexuada, poco saludable para ambos, deviniendo otros problemas que dejan de atenderse y a agrandarse.
Debemos entender que los problemas de interés sexual no son propiamente falta de deseo, sino que pueden existir otras razones que la pareja debe platicar primero, desde las causas físicas que hay que descartar, como ver si se encuentran bajos los niveles de testosterona, problemas de hipotiroidismo, andropausia, aumento de prolactina, etc.
El uso de algunos medicamentos inhiben el deseo sexual que en la mayoría de los casos, cuando los médicos los recetan no se lo dicen al paciente, como los antidepresivos, betabloqueantes, anti hipertensivos o aquellos para atender problemas de próstata; pero es tan fácil saberlo si tuvieran el interés, la atención o curiosidad de leer las indicaciones que traen adjuntas y créanme, existen muchos medicamentos que inhiben el deseo sexual, al punto de evitar la eyaculación o la erección.
En hombres sanos, el problema de la falta de deseo sexual tiene causas psicológicas, puesto que la sexualidad es uno de los aspectos más sensibles en el delicado equilibrio del amor, la convivencia y la intimidad; cualquier mínima alteración puede producir la falta de deseo. El estrés es una de las causas más comunes de este problema, pues no da espacio para nada ni tiempo para relajarse y disfrutar. Las discusiones, malos tratos o resentimientos diarios contribuyen a matar el erotismo en la pareja.
Aun cuando hay más causas que inhiben el deseo sexual, la rutina puede terminar con la vida sexual; por ejemplo, cuando las relaciones sexuales se llevan a cabo del mismo modo, en el mismo horario y con el mismo calendario. La baja autoestima produce falta de deseo sexual. El hombre herido en su autoestima por un detalle sexual, bloquea el deseo por miedo a no responder satisfactoriamente a su pareja.
Sea cual sea la causa de esta situación, lo aconsejable es consultarlo con un especialista, médico clínico, psicólogo, consultor matrimonial o preferentemente con un sexólogo que sería el especialista más indicado.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.
