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jueves, febrero 15, 2024
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Azano lavó dinero y financió campañas políticas en EU

El medio millón de dólares que el empresario mexicano José Susumo Azano aportó a tres candidatos de California, no se trataba de una cuestión de afinidad política, sino de “comprar amigos” en el gobierno que le abrieran las puertas para construir un millonario complejo residencial en San Diego. Este hombre, que es uno de los principales proveedores de equipo de espionaje en México, podría pasar hasta 35 años de prisión tras ser encontrado culpable de financiamiento ilícito de campañas políticas

A pesar de que es la toma de protesta de Bob Filner como alcalde de San Diego en el Balboa Park Club, es una ceremonia sencilla. Entre las pocas decoraciones en el pequeño salón, está una hilera de globos blancos, rojos y azules.


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Por eso, ese lunes 3 de diciembre de 2012, sobresalió la llegada de José Susumo Azano Matsura. Descendió de un Rolls Royce que detuvo su marcha en un área verde, a pesar de los letreros de “No Parking”.

Era seguido por dos guardaespaldas. Durante el evento se mostró sonriente y es uno de los primeros en apretarle la mano al nuevo alcalde. Todo esto está detallado en el expediente que el Departamento de Justicia de Estados Unidos armó en su contra.

Foto: Internet/Ernesto Encinas


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Foto: Internet/Ernesto Encinas

Un mes antes, reunido en Londres con un grupo de desarrolladores de Medio Oriente, el empresario mexicano presumió: “Tengo un nuevo alcalde en San Diego, no es como el otro, podemos trabajar con él”.

Estos detalles del evento y del encuentro fueron dados a conocer por la Fiscalía de Distrito en el Sur de California durante el juicio que Susumo Azano, su hijo y dos de sus cómplices, enfrentaron por financiamiento ilícito a campañas electorales y falsificación de documentos.

De acuerdo con la exposición de argumentos de los fiscales a cargo del caso, el objetivo del empresario mexicano al aportar medio millón de dólares a candidatos políticos era obtener su apoyo para desarrollar un complejo millonario en la costa de San Diego que le daría “estilo y clase” al condado. De ahí el nombre con el que lo promocionaba, “Miami West”.

“Intentó corromper el proceso electoral y comprar a un hombre en la alcaldía”, expuso Andrew Schopler, uno de los tres fiscales a cargo del caso, en audiencia celebrada el 27 de julio de 2016 en la Corte de Distrito de San Diego.

Así inició el juicio que se prolongó cinco semanas y una más de deliberación. Finalmente, el 9 de septiembre, el Jurado encontró culpable al principal proveedor de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en el sexenio de Felipe Calderón, de 37 cargos por financiamiento ilícito a campañas electorales y falsificación de documentos en Estados Unidos.

 

Fortuna amasada en México

Aunque José Susumo Azano Matsura, de 51 años de edad, proviene de una familia con empresas dedicadas a la pesca, fueron sus negocios de espionaje e inteligencia policial-militar los que le hicieron cobrar 5 mil millones de pesos de contratos adjudicados por el gobierno mexicano entre 2006 y 2012.

Tras la salida de Felipe Calderón de la Presidencia de la República, al empresario se le comenzó a investigar por lavado de dinero en México. Una de sus empresas, Security Tracking Devices, que a su vez vendió equipo de escucha telefónica y geolocalización a la SEDENA, facturó millones de pesos a una compañía fantasma.

Sin embargo, las investigaciones iniciadas desde 2013 todavía no transitan a ningún proceso penal en el sistema de justicia mexicano. Incluso, una de sus empresas en México, BroadLink – también bajo investigación de la Secretaría de Hacienda- fue utilizada para triangular pagos a favor de servicios prestados a dos de los candidatos, según la acusación de la Fiscalía.

 

Una fiscal, un alcalde y un congresista echados a la bolsa

Desde diciembre de 2011, Susumo Azano aportó miles de dólares a la campaña de la actual fiscal general de San Diego, Bonnie Dumanis, para la elección primaria a la alcaldía, pero cuando la republicana quedó en cuarto lugar, Azano buscó una segunda opción.

Fue así como aportó casi 300 mil dólares a Bob Filner, quien se convirtió en el ganador de la contienda de 2012, pero un año después renunció luego de que una de sus colaboradoras lo denunciara por acoso sexual.

El tercer candidato que Susumo Azano apadrinó con 30 mil dólares, es el congresista de California, Juan Vargas, quien actualmente representa al Distrito 51 de California en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

En conjunto, Susumo Azano destinó más de 500 mil dólares a estas campañas electorales. De acuerdo con la Fiscalía, no se trataba de afinidad política, sino de “comprar amigos”.

El delito consiste en que Azano no es ciudadano estadunidense. Nacido en Guadalajara, Jalisco, posee dos residencias en el fraccionamiento de lujo Coronado Cays, California, pero no es residente legal ni ha aplicado u obtenido la ciudadanía de ese país.

En Estados Unidos, está tipificado como delito federal que un extranjero financie una campaña política, sea federal, local o estatal.

Desde septiembre de 2013, Azano fue acusado formalmente por la Fiscalía del Distrito Sur de California, ante un Gran Jurado, de estos delitos, así como de posesión de arma sin permiso.

 

Foto: Internet/Marc Chase y Azano Jr.

Foto: Internet/Marc Chase y Azano Jr.

Una pistola regalo de un General de la SEDENA o de Vicente Fox

Cuando Azano fue arrestado por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en su mansión en San Diego, el 19 de febrero de 2014, el empresario voluntariamente les mostró un arma que guardaba.

Se trata de una pistola nueve milímetros, con mira láser y cargada al momento de su aseguramiento. Según la Fiscalía, Susumo Azano le presumió a uno de sus socios que el arma le había sido entregada por un importante General del Ejército Mexicano.

Mientras que a un desarrollador de Miami, le aseguró que se trataba de un regalo del ex Presidente de México, Vicente Fox.

El 20 de febrero, un día después de su arresto, el mexicano pagó una fianza de 5 millones de dólares, de los cuales solo 250 mil fueron en efectivo y el resto en propiedades. Eso lo mantiene en arresto domiciliario.

En marzo de 2015, se amplió la acusación formal en su contra para incluir como cómplices a su hijo Edward Susumo Azano Hester, Marco Polo Cortés, Ravneet Singh y a la empresa de este último, ElectionMall.

A Azano Jr., de 24 años de edad, se le giró orden de aprehensión el 4 de marzo de 2016, pero tres días después pagó una fianza de 100 mil dólares para llevar el proceso en libertad.

 

“Lavado de dinero como sacado de un libro de texto”

Además de la acusación formal y sus tres ampliaciones, presentadas por la Fiscalía, ZETA tuvo acceso a otros documentos todavía clasificados, como las transcripciones del juicio, durante el cual testificaron más de 50 personas, entre ellas la fiscal de San Diego, Bonnie Dumanis.

La Fiscalía describe a Susumo Azano como un “proveedor de equipo de espionaje y de otra tecnología en gobiernos de otros países”. En palabras de uno de los testigos, Anthony Bufinsky, un banquero e inversionista en la Unión Americana, el empresario mantenía negocios internacionales tanto en Medio Oriente como en México.

“Gritaba y se enojaba cuando las cosas no resultaban como esperaba, estaba acostumbrado a ser el centro de atención”, declaró el testigo.

Bufinsky también testificó que entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012, mantuvo conversaciones con Susumo Azano sobre un desarrollo de yates en la Bahía de Chula Vista, al sur del Condado de San Diego, para lo cual contaba con apoyo de candidatos a la alcaldía.

El proyecto ascendía a un billón de dólares y contemplaba la construcción de un complejo residencial de lujo, un hotel cinco estrellas y una marina para yates.

Según lo expuesto por la Fiscalía, Susumo Azano elegía a los candidatos que apoyaría y luego se reunía con ellos a través de intermediarios.

El primero de ellos era su jefe de escoltas, Ernesto Encinas, detective retirado del Departamento de Policía de San Diego. El otro era Marco Polo Cortés, un cabildero de San Diego. Ambos se comunicaban con los equipos de campaña de los candidatos para saber de qué forma el millonario empresario podía aportar dinero.

“Una vez que Azano decidía apoyar a un candidato, él y sus cómplices diseñaban métodos ilícitos y confidenciales para contribuir”. Utilizaban prestanombres, quienes hacían aportaciones a los candidatos y posteriormente, el monto se les reembolsaba en efectivo.

Esto, detalla la Fiscalía, eleva las sospechas sobre el enriquecimiento de Susumo Azano, ya que es dinero “cuyo origen no puede ser detectado… es lavado de dinero para campañas políticas sacado de un libro de texto”, declaró uno de los fiscales durante el juicio.

Entre los prestanombres del empresario, están su esposa, su hijo y la novia de éste, su joyero, sus empleados, amigos, conocidos e incluso, empleados y familiares de sus cómplices.

Otro de los cómplices es Marc Chase, empresario sandieguino y gerente de agencias de autos de lujo, quien reclutaba a más prestanombres para hacer contribuciones a favor de Bonnie Dumanis y les pagaba con el dinero que Susumo Azano le entregaba.

Chase también se encargó de financiar, a través de terceros y de cheques a su nombre, a comités tanto independientes como del Partido Demócrata a favor del congresista Juan Vargas y el ex alcalde Bob Filner.

El cuarto cómplice es Ravneet Singh, presidente de ElectionMall, empresa dedicada a servicios de redes sociales internet a campañas políticas, que trabajó tanto para Bonnie Dumanis como para Bob Filner.

 

Los lujos como anzuelo

Durante su testimonio, la fiscal general de San Diego confirmó haber conocido a Susumo Azano a través del ex agente de la Policía de San Diego, Ernesto Encinas.

Dumanis acudió a una comida a la mansión de Susumo Azano, quien le mostró su extensa colección de automóviles. “Eran carros deportivos y llamativos”, recordó la funcionaria estatal, quien dijo solo acordarse de ese aspecto del encuentro porque es aficionada a los vehículos de este tipo.

A pesar de los cuestionamientos de la Fiscalía Federal, Bonnie Dumanis negó haber sabido con certeza que Susumo Azano no era ciudadano estadounidense ni saber de qué forma contribuyó a la campaña.

Foto: Internet/Bonnie Dumanis

Foto: Internet/Bonnie Dumanis

Incluso, cuando se presentó como evidencia un correo de la cuenta de Dumanis, enviado el 25 de diciembre de 2011 a miembros de su equipo, en el que refiere haber tenido una videoconferencia con Ernie Encinas, Susumo Anzano y Ravi Singh, la fiscal dijo “no recordar” el hecho.

Aunque más adelante escribió a una de sus colaboradoras, que un cliente de Encinas a quien llamó “Mr. A”, “es un hombre muy rico y está ayudándonos a recaudar dinero entre sus amigos y familia”. Otros nombres claves para hablar de Susumo Azano, eran “Mr. Lamborghini” o “Mr. Lambo”.

A través de su amigo Jason Wolter, el hijo de Susumo Azano, apodado “Susu”, envió un correo a amigos y conocidos para pedirles que hicieran contribuciones de 500 dólares a favor de Dumanis, ya que el dinero luego les sería reembolsado.

Así fue como el 19 de diciembre de 2011, Wolter y “Susu”, a bordo de un automóvil, con una bolsa de 15 mil dólares en efectivo, hicieron pagos individuales a los prestanombres. El dinero provenía de Susumo Azano.

En total, el empresario mexicano destinó 175 mil dólares a la campaña de Dumanis. Por sí solo, aportó el 25 por ciento del total recaudada por la fiscal durante la elección primaria. De este monto, 100 mil fueron en efectivo y 75 mil en servicios pagados a ElectionMall.

 

Un informante dentro del equipo

El 17 de agosto de 2012, Susumo Azano, Marco Polo Cortés, Ernesto Encinas y Bob Filner se reunieron en la mansión del empresario en la Isla de Coronado. Un mes después, el empresario mexicano cenó con el entonces senador Juan Vargas, quien se había postulado para congresista, en el centro de San Diego.

Luego de ello, Azano le indicó a Chase firmar un cheque de 30 mil dólares para un comité del Partido Demócrata para apoyar a Juan Vargas.

El 27 de septiembre de 2012, también por instrucciones de Azano, Chase repitió la operación, pero en esa ocasión por 120 mil dólares y para entregarlo a un comité de campaña de Bob Filner.

Sin embargo, el director de campaña de Filner, Ed Clancy, trabajó como informante del FBI para la investigación. Entre la evidencia que aportó, está la grabación de conversaciones con los cómplices de Susumo Azano, como Marco Polo Cortés.

Por ejemplo, cuando el cabildero y asesor le entregó un cheque de 120 mil dólares por instrucciones expresas del empresario mexicano. En total, el mexicano aportó 311 mil 955 dólares a la campaña de Filner.

 

Triangulación con empresa mexicana investigada por Hacienda

A pesar que desde 2013, la Unidad de Investigación Fiscal de la Secretaría de Hacienda inició una investigación por lavado de dinero a la empresa BroadLink, proveedora de equipo de seguridad a la SEDENA, un año antes Susumo Azano utilizó esta compañía de su propiedad para pagar los servicios de redes sociales utilizadas en las campañas de Bonnie Dumanis y de Bob Filner.

El 15 de octubre de 2012, el multimillonario hizo una transferencia de BroadLink a ElectionMall por 96 mil 920 dólares para los pagos de redes sociales de Filner. Días después, transfirió 94 mil 975 dólares a la empresa de Singh, sin dejar rastro o recibo de la transacción.

 

Hasta cartas de recomendación para su hijo

Susumo Azano Jr. no se caracteriza por sus buenas calificaciones en la escuela. De hecho, según expuso el fiscal a cargo del caso, era un estudiante que frecuentemente reprobaba. Eso no lo impidió para que recibiera cartas de recomendación de la fiscal Bonnie Dumanis y del congresista Juan Vargas.

El 1 de octubre de 2012, el joven de entonces 18 años, aplicó a la Universidad de San Diego. En la aplicación aparecían dos cartas de recomendación, ambas fechadas el 28 de septiembre de ese año. Una era de la fiscal Dumanis y otra del entonces senador Vargas. Las cartas fueron solicitadas a través de los intermediarios de Susumo Azano a los funcionarios públicos, quienes las entregaron el mismo día.

 

Sentencia pendiente

Cuando Susumo Azano, su hijo y sus dos cómplices fueron encontrados culpables, regresaron a su arresto domiciliario. Por lo menos, el empresario deberá volver a la Corte en noviembre próximo para escuchar una resolución sobre el delito que se le adjudica de posesión de un arma sin permiso.

El Jurado tampoco pudo determinar la culpabilidad de Susumo Azano Jr. en los cargos relacionados con la falsificación de documentos de contribuciones a campañas.

Su padre, en cambio, en diciembre de 2016 será sentenciado de los 37 cargos por los que fue declarado culpable. En caso de recibir la sentencia máxima, podría pasar hasta 35 años en prisión y pagar una multa de un millón de dólares.

 

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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