Adam Ulam, del Centro de Investigación sobre Rusia de la Universidad de Harvard revela que cuando a Mandelstam las autoridades rusas le descubrieron el poema, le costó la vida.
No sé por qué tuve ese triste sueño. Pero quizá es que estoy constantemente viendo noticias de Ucrania, en televisión, y se ven escenas de múltiples columnas de humo negro, fuego y destrucción. Quizá fue por eso.
A diferencia de Alemania o del resto de las democracias actuales, ni en Rusia ni en China ha habido un sentimiento o conciencia colectiva de culpa por tantas atrocidades como hoy en la guerra Rusia-Ucrania