Éste es el final. El último capítulo ensangrentado del genocidio. Pronto terminará. Semanas. Dos meses como máximo. Dos millones de personas acampan entre escombros o a la intemperie. Cada día, decenas mueren o son heridos por bombas, misiles, drones y balas israelíes.
Mientras la gente esperaba fuera del centro de ayuda en las primeras horas de la mañana, siguiendo las instrucciones de los empleados estadounidenses, testigos describieron un dron cuadricóptero israelí sobrevolando la zona y ordenándoles por altavoz que entraran al área cercada a las 6:00 a.m.
Israel ha borrado por completo Rafah, convirtiendo una quinta parte del territorio de Gaza en una gigantesca zona de amortiguamiento. Esto es parte del plan de Israel para garantizar su permanencia en Gaza y facilitar la limpieza étnica de su pueblo.
Hace una semana, los musulmanes de todo el mundo celebraron el Eid al-Fitr el domingo 30 de marzo. Millones lo celebraron con ropa elegante, hogares decorados y postres dulces, como marca la tradición islámica. Pero en Gaza, el Eid transcurrió bajo el peso de un inmenso dolor.
Es increíble que en el curso de poco más de un año, las cosas estén encontrando otro cariz más tranquilo para Israel, Estados Unidos, Egipto y sus adláteres. La historia no se ha terminado, los acontecimientos se suceden, la presencia de Trump acelera y desconcierta los enredos y desenredos del Medio Oriente.
Los grupos extremistas dirigidos y pagados por Irán, diseñados para rodear a Israel y que fueron extraordinariamente bien entrenados en dos áreas: el fanatismo y la capacidad bélica, planearon un ataque simultáneo a Israel desde todos los puntos cardinales.
El Estado judío-sionista de Israel no es ningún socio del imperialismo norteamericano. El régimen israelí es un feroz gorila atento a los dictados de sus amos yankees.
¿Existe, en lo medular, diferencia alguna entre Nicolás Maduro y Corina Machado? No. Ninguna en absoluto. Ambos son fantoches del imperialismo. Maduro del imperialismo ruso y chino y Corina Machado del imperialismo norteamericano.
“Izquierda” y derecha “olvidando sus divergencias” han unido sus voces plañideras condenando el susodicho “atentado”. Ningún ciudadano juicioso, ningún proletario consciente, mucho menos un verdadero comunista se tragarían ese reaccionario cuento.
En las postrimerías de 1890, se desata en Francia una terrible persecución contra los judíos, causada por la falsa culpabilidad del militar judío Alfred Dreyfus, que aparecía como espía de Alemania en el ejército francófono.