A pesar de que el tráfico de fentanilo se ha convertido en el boom de las organizaciones criminales mexicanas, principalmente para el Cártel de Sinaloa, es este mismo grupo delictivo el que no ha abandonado la ruta marítima de la cocaína proveniente de Sudamérica y ha motivado la intervención de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), que ha tenido que emplearse a fondo para frenar el ilícito trasiego por las costas del Océano Pacifico.
Marina interceptó la embarcación con cinco tripulantes, dio parte a la Policía Federal Ministerial, cuyos elementos aseguraron el narcótico, 4 mil litros de combustible, la embarcación y las personas.