El capo sinaloense tendrá que demostrar que se violaron sus derechos constitucionales y que el resultado de su juicio habría sido diferente si no se hubiera ocurrido.
Álvarez Inzunza se dijo arrepentido de sus actos, mientras que su abogado señaló que todo comenzó, cuando el también litigante sinaloense aceptó como cliente a un criminal