Jugaban tenis cerca del mar. Ensenada. A los lados de la cancha Ernesto Ruffo, presidente municipal panista. Juan José Sánchez, Mayor del Ejército Mexicano. Tanto raquetazo desembocó en mucha amistad. Pasaron los meses.
Tú ya tienes, Lector, nuestra tarjeta de presentación. Por lo que escribimos en ABC desde el 10 de enero de 1977 hasta el primero de noviembre de 1979 nos conoces.
Que conste. Me atengo a las cifras del informe presidencial. El Licenciado Vicente Fox Quesada dijo: 7,376 asociados del Cártel Arellano Félix fueron detenidos. No de un golpe. Pero sí entre diciembre primero de 2000 a junio 30 de este año. Exactamente 43 meses.
Para secuestradores, los de Nayarit. Tienen fama en el noroeste mexicano. Son los más efectivos. Los menos conocidos y pocas veces capturados. Ligados tradicionalmente por el paisanaje, actúan en Sinaloa, Sonora y Baja California. A veces en Chihuahua y Nuevo León. Son inteligentes y por ello organizados. No rayan en el salvajismo cortando orejas o dedos.
“Cero Tolerancia” fracasó en Tijuana. Quiso y no pudo encaminarla Francisco Vega Lamadrid cuando fue Alcalde (1998-2001). Entonces, su Director de Seguridad Pública era Alfredo de la Torre. Hicieron harto alboroto. Mucha publicidad en la prensa. Telediarios y radionoticieros dedicaron notables espacios.
Apenas recuerdo: Había como unas diez o doce literas de tubo grueso. Todas estaban alineadas. Cada una bien tendida. Colcha no. Frazada verde con el tradicional doblez bajo la enfundada almohada del mismo color. Quién sabe por qué las paredes tenían un anaranjado medio descolorido, pero el piso de duela estaba limpiecito. Recién encerado.
Juanito Flores Ruiz era el líder de los cinematografistas en Tijuana. Llegó a firmar como secretario general del Comité Municipal del PRI en 1954, por designación del licenciado Milton Castellanos, que entonces era jefe estatal del tricolor. Luego fue regidor en el II Ayuntamiento con don Manuel Quiroz Labastida, en 1956.
Si la soberbia hiciera sudar “Los Buchoncillos” siempre andarían empapados. Les encanta presumir. Con ese mote son conocidos los chavos metidos al narcotráfico en Sinaloa. Algunos, parientes de mafiosos. La mayoría ayudantes o aprendices de tan insana ocupación. Les dicen también “buchones”. Y cuentan que su forma de ser casi es cultura sinaloense. Una amiga me dijo sobre estos jóvenes: “Es curioso ver sus caras de orgullo y presunción cuando los miras pasar en una camioneta ‘Lobo’ 2006. De doble cabina. Con acabados dorados y rines cromados. Y oírles cómo presumen a este o aquel narcotraficante”. Les fascina subir el sonido de su estéreo a todo lo que da. “Y no precisamente para disfrute propio, sino para que los demás oigan, los vean y sepan quiénes son”.
Emilio Gamboa Patrón llamó por teléfono desde Los Pinos. Seguramente con un “…el señor-presidente-de la república lo espera el día fulano a tal hora”. Quienes recibieron tal telefonema debieron sorprenderse. Querían ser candidatos a Gobernador para Baja California.