De Trez en Trez
Uno.- Esa es la pregunta ante tantas sospechas, denuncias e investigaciones de presuntos actos de corrupción cometidos aquí y allá, en todos los niveles del gobierno morenista, desde “abajo y hasta arriba”.
Así, desde el presidente de un pequeño municipio en las montañas, una alcaldesa de ciudad importante, un gobernador o gobernadora de alguna entidad, el diputado o senador, secretarios de Estado, pasando antes por funcionarios de cualquier nivel de la administración pública, son señalados por actos de corrupción.
Esa que una y otra vez el expresidente López Obrador dijo que se había terminado, y ahora se le puso abono y está “floreciendo” en toda su magnitud luego de un sexenio que la ocultó, la propicio, la alentó y posiblemente fue su cómplice.
Los nombres, los señalamientos y los casos son harto conocidos. Los investigados, detenidos y procesados son pocos, además no son todos los que están ni están todos los que son.
“La corrupción es deslealtad, por eso no puede tener cabida en las instituciones, por eso debe sancionarse con firmeza, y al mismo tiempo enaltecerse la honestidad como principio de vida”, dijo Claudia Sheinbaum en el malecón de Veracruz, el sábado anterior durante la celebración del 204 aniversario de la Marina Armada de México.
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El domingo 5 de octubre, durante el “Claudia Fest” sentenció: “…quien traicione o robe al pueblo de México enfrentará la justicia”. Por ver hasta dónde llega o le permiten llegar… y quién cierra la puerta.
Doz.- Antes, desde la oposición, los que ahora gobiernan rechazaban las vallas colocadas en Palacio Nacional y por los alrededores del Zócalo de la Ciudad de México, justamente cuando los que marchaban, protestaban y en algunos casos causaban destrozos eran ellos. Exigían ser escuchados.
El 2 de octubre (no se olvida) pasado se vio de nuevo un Zócalo blindado con vallas metálicas, policías, escudos, extintores, equipo táctico, pero con órdenes de soportar todo. En la marcha hubo protestas, destrozos, saqueos, robos, insultos, agresiones físicas y decenas de policías heridos.
Al gobierno no le importó poner en riesgo la integridad de los policías con tal de no ser señalados como “represores”.
En el “Claudia Fest” del domingo 5 de octubre para celebrar el primer año de su gobierno, todo fue diferente: público a modo, acarreo descarado, loas, vivas, discurso de la “festejada”, quien afirmó: “Estoy segura… vamos por el camino correcto”. La pregunta es obligada: ¿Correcto para quién?
De nuevo vimos dos caras muy distintas del Zócalo en pocas horas…
Trez.- Serviles e ineptos (por no usar otra palabra) resultan los senadores de Morena y sus aliados que aprobaron las reformas a la ley de amparo sin fijarse que “alguien”, con intención o sin ella, introdujo un artículo transitorio que hace retroactiva esa reforma, lo cual va en contra de lo establecido por la constitución.
Fieles a su servilismo los legisladores del régimen votan y aprueban lo que se les ordene, así tengan que “tragar camote” después y hacer “maromas legislativas” para tratar de remediar algo que ya fue votado y aprobado por lo que, desde luego, debe ser corregido.
Por ver cómo la Cámara de Diputados regresa la minuta aprobada a senadores para su corrección. Son los riesgos de obedecer y aprobar sin chistar. Serviles, pues.
P.D.- Otro Monreal, Saúl en este caso, quiere ser gobernador de Zacatecas… Su hermano David lo es actualmente, y Ricardo ya fue… ¡No tienen llenadera! Ni vergüenza.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: [email protected]