De Trez en Trez
Uno.- La falta de empatía, la indiferencia, el desinterés, la incapacidad de ponerse en el lugar del otro que han demostrado los gobiernos emanados de la 4T no es nada nuevo, tiene su historia.
Andrés Manuel López Obrador antes y ahora Claudia Sheinbaum, como gobernantes del país, y con ellos todos sus incondicionales, no se han mostrado sensibles, solidarios o comprensivos con el sufrimiento o las dificultades de los demás.
No hubo empatía con los 92 mexicanos que en promedio fueron asesinados cada día en la gestión de López Obrador hasta totalizar más de 200 mil, no con los fallecidos y sus familias en la caída de la línea 12 del Metro en 2021. No hay empatía ni solidaridad, menos justicia, con las mujeres que denuncian violencia y abusos sexuales; al contrario, si es de los suyos, “callan como momias” y los protegen.
A las madres buscadoras de plano las hacen a un lado, las ignoran y hacen poco o casi nada para evitar que sean también asesinadas.
A los padres de los niños enfermos de cáncer y sin medicamentos les llamaron “golpeadores” y los traen de aquí para allá prometiéndoles medicamentos que nunca acaban de llegar completos. Aún hay familias batallando para sobrevivir luego de haber perdido su patrimonio por desastres naturales, no los han apoyado lo suficiente; tampoco a los desplazados de sus lugares originarios por la inseguridad y la violencia de los grupos delictivos.
Publicidad
Durante la pandemia de COVID, la 4T fue negligente en el manejo de esta y en la aplicación de vacunas, hubo mortandad excesiva de mexicanos por decenas de miles y para colmo se “premia” al doctor López Gatell con un cargo en el extranjero. Adicional a esto, existen millones de mexicanos sin servicios de salud y sin medicinas. Falta total de sensibilidad.
La lista de ejemplos puede ser más larga, aumenta en proporción a las desgracias y las tragedias que padecen los gobernados ante la indiferencia casi total del régimen que recurre a todo para ocultar lo que sucede, así como para evadir sus responsabilidades.
Doz.- Entre esos casos se encuentra el secuestro y asesinato de la Profesora Irma Hernández, de 62 años, jubilada, quien, para tener ingresos, extra manejaba un taxi; la delincuencia organizada que opera en Veracruz (y en la mayor parte del país) le exigía un “pago” para poder trabajar.
Fue obligada a aparecer en videos que se subieron a las redes sociales en los cuales aparecía golpeada, rodeada de hombres armados, advirtiendo: “…Compañeros taxistas, con la mafia veracruzana no se juega…paguen su cuota como debe ser con ellos…no se metan con la mafia veracruzana, porque terminarán como yo”.
Es tal la insensibilidad que Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz, afirmó en días posteriores que “la maestra fue violentada…después padeció un infarto…esa fue la realidad, les guste o no les guste, hagan escandalo o no”.
Trez.- La impunidad con que actúa la delincuencia organizada es clara, como también lo es la falta de empatía de los que “gobiernan” hacia las víctimas. Los “diferentes” son también insensibles ante la desgracia de los demás.
Les hace falta compasión, solidaridad y tolerancia para entender lo que padecen sus gobernados que, de pasada también son víctimas y sufren las consecuencias de un mal gobierno que se dice “diferente” pero compuesto por los mismos y con peores mañas.
P.D.- Pablo Gómez Álvarez: ¿“premiado” con una coordinación para la reforma (otra) electoral o hecho a un lado por Claudia Sheinbaum para colocar en la UIF a uno de los suyos?
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: [email protected]