Esforcémonos por mejorar.
Gracias a Dios, al iniciar este otro año, nuestra humanidad sigue esperanzada con mejora y prosperar, y esto depende de nuestro ánimo por trabajar productiva y benéficamente tanto para lo personal como por lo colectivo
Publicidad
Geopolíticamente, este año 2025 continúa con retos y conflictos en tanto países, que como en toda guerra hacen padecer a la población civil inocente, como crudamente vemos en Medio Oriente por Netanyahu de Israel -con su arsenal armamentístico formidable con pretexto del grupo Hamas- destrozando a los palestinos, y en Europa Putin de Rusia contra Ucrania, y muchos otros movimientos armados, como en Sudán o la recién rebelión en Siria, las provocaciones por Corea del Norte comunista. O mafias y cárteles criminales que extienden más sus garras por el mundo. China (nuevo poder) crece aún más e incrementa su influencia dando empréstitos y endeudándonos a África, Latinoamérica y el sudeste de Asia, para rivalizar en lo militar, político y comercial con E.U. (que con Europa siguen siendo la meta final de migrantes indocumentados huyendo la pobreza o violencia). En Irán las mujeres han sido pisoteadas. Y políticos cada vez peor de extremistas populistas o neoliberales, no centristas moderados.
En nuestra América Latina parecemos yo-yos, Argentina es el más reciente hermano país latinoamericano que, tras un fracasado gobierno populista rabioso que la hundió en empobrecimiento general e inflación galopante, eligió el año pasado al revés, a un neoliberal furibundo. Mientras Brasil regresó al necio populista Lula tras del terco neoliberal Bolsonaro. Y en nuestro México, que nos abofetearon postulando sólo candidatas malas y peores que en campaña perjuraron con demagogia, que escuelas gratis, que medicina como Dinamarca, que pavimentar mejor que en Estados Unidos hasta como en Alemania, que dar pensiones y becas hasta a los perritos callejeros, blah, blah, tras una mugre participación de sólo el 61 por ciento del electorado quedó la corcholata populista sra. Sheinbaum. Que trabaje.
Publicidad
En lo económico, se proyecta un crecimiento mundial de alrededor del tres por ciento (unos analistas dan 2.7 y otros 3.2), pero la inflación aumentará más, alrededor del cuatro a cinco por ciento, por lo cual no mejorará mucho el poder adquisitivo, menos en el tercer mundo. Estados Unidos y Europa crecerán entre el 1.5 al dos por ciento, mientras China lo hará entre el cuatro al cinco por ciento, e India entre el seis al siete por ciento. Habrá ajustes a las paridades cambiarias: leves como China, que puede dejar caer un poco su moneda el yuan, para seguir compitiendo ventajosamente en exportar sus manufacturas; o quizá más rudas para los países pobres que no producen productos caros industriales de alta tecnología, sino que venden materias primas baratas (petróleo crudo, ensambles de mano de obra maquiladora barata, productos agrícolas o ganaderos, etc.). En comercio mundial, las medidas de proteccionismo que Trump pueda tomar tendrán sólo efectos leves.
El nuestro México, al salir el populista de izquierda Señor López que centralizó el poder más al D.F., deja al país una calamidad -o peor, un desastre- en el recién acabado 2024, como ya he comentado, porque, como finalmente lo acaba de admitir hace pocos días la Secretaría de Hacienda, aumentó salvajemente el déficit presupuestario en un 40 por ciento, a pesar de lo cual tuvo que endeudar al país; y como ZETA lo ha reportado, el peso ha caído 20 por ciento, con inflación empeorando al 10 por ciento. Y la sra. Sheinbaum ya rasurando los presupuestos para educación, salud y de participaciones a los estados y municipios (solo aumentándole a los militares), por lo que bajan las perspectivas de mejorar o crecer.
Publicidad
Oremos por este 2025, tener salud, prosperidad y no endeudarnos.
Atentamente,
José Luis Haupt Gómez.
Tijuana, B.C.
