En febrero, el Congreso de la Unión -de mayoría oficialista- trabajará en una iniciativa constitucional para prohibir la siembra de maíz genéticamente modificado en territorio mexicano, luego que el Gobierno Federal perdiera el panel de resolución del T-MEC frente a Estados Unidos.
“Vamos a darle la vuelta a esta resolución, porque muy pronto, en febrero, van a legislar, estoy segura, que no se puede sembrar maíz transgénico”, anticipó esta semana la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en su gira por Chihuahua.
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Lo que la mandataria omitió declarar, es que la arbitral decisión se tomó de forma unánime, al considerar que “no se basan en principios científicos pertinentes” las medidas impuestas por su antecesor en el Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, para prohibir de forma inmediata el uso de maíz transgénico para consumo humano, particularmente en masa y tortillas, así como la disminución gradual del uso del maíz transgénico para consumo animal, publicadas en 2023.
El hecho de que el Gobierno de México no hiciera una adecuada evaluación a las circunstancias del riesgo para la vida o la salud de las personas, los animales o la preservación de los vegetales, o basada en algún estándar internacional, son algunas de las conclusiones a las que llegó el panel, cuya resolución final se publicó por parte de la Oficina de la Representación Comercial de Estados Unidos. Documento en el cual también se advierte que una de las pruebas presentadas fue la versión estenográfica de la conferencia de prensa de López Obrador del 15 de febrero de 2023.
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Una vez hecha pública la última resolución del panel, el secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, aseveró que las medidas de México “contradecían décadas de evidencia que demostraban la seguridad de la biotecnología agrícola, respaldada por sistemas de revisión regulatoria basados en la ciencia y el riesgo”.
En tanto, el embajador Doug McKalip indicó: “Esta decisión garantiza que los productores y exportadores estadounidenses seguirán teniendo acceso pleno y justo al mercado mexicano, y es una victoria para el comercio justo, abierto y basado en la ciencia y en las normas, que sirve como base del T-MEC tal como fue acordado por todas las partes”.
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En México, la Secretaría de Economía expresó su inconformidad por la determinación del panel, al considerar que las medidas cuestionadas están alineadas a principios de protección a la salud pública y derechos de pueblos indígenas, sin embargo, respetará la resolución, lo que debe ocurrir dentro de los 45 días a partir de la fecha del informe final (20 de diciembre de 2024).
Semanas antes, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón había anticipado la derrota de México. En un evento celebrado en el Colegio de México, el funcionario federal dijo “a lo mejor sí nos ganan” en referencia al panel, luego que se conocieran las conclusiones preliminares el 22 de octubre.
El panel de solución de controversias fue solicitado por Estados Unidos en agosto de 2023. Presentó seis reclamaciones legales bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y una reclamación bajo el Capítulo de Trato Nacional y Acceso al Mercado de Mercancías del T-MEC.
Datos oficiales señalan que México es deficitario en producción de maíz amarillo utilizado prácticamente como forraje para consumo de animales, no así en la producción de maíz blanco, destinado a consumo humano y donde prácticamente la nación es autosuficiente.
De enero a octubre de 2024, la nación vecina exportó 4.8 mil millones de dólares de maíz a México, el mayor mercado de exportación de ese grano a Norteamérica, según la Representación Comercial de ese país.
