Cuando el Gobierno Federal inició la venta de bancos, aeropuertos, telefónicas, etcétera, Baja California y Tijuana no contaban con un grupo de empresarios suficientemente hábiles para solicitar la adquisición de concesiones nacionales; entonces un conjunto de amigos nos pusimos como objetivo crear una asociación que pudiera presentar ofertas para la telefónica, y los aeropuertos de Mexicali, Tijuana y San Felipe e invitamos a muchos personajes conocidos para dar consistencia a solicitudes de adquisiciones. La primera reunión se hizo en la casa de Jorge Walter, que hoy día es la misma casa donde mora el cónsul americano.
Asistieron Don Héctor Lutteroth, Don Gastón Luken, Enrique Mier y Terán, Don José Fimbres, el propio Jorge Walter y una buena cantidad de connotados empresarios (unos 10); ahí conocí a la preciosa Yolanda, esposa del señor Walter, que era una jovencita simpática y alegre, que ante el prematuro fallecimiento de Jorge ha dedicado su vida a su familia y a causas nobles, misión que heredó su hija Yolanda.
El grupo se denominó “Grupo de los Jueves” cuyos miembros, para pertenecer a él, sólo requerían la aprobación unánime de los demás; no había cuotas, simplemente pagar las comidas y dialogar.
Presentamos nuestras ofertas y nos batearon de todas, todas; con un dejo de envidia vimos a Monterrey, Guadalajara, Estado de México, Yucatán y D. F. conseguir bancos, aeropuertos, financieras, trenes, carreteras y otros espacios de los que se deshacía el gobierno, así que el grupo de los jueves se convirtió en un delicioso “Think Thank” de intelectuales y empresarios a donde han acudido presidentes, ministros intelectuales y personajes de todo el país.
Las discusiones son de gran altura y discretas -no hay prensa-, pero no secretas, algún conversatorio ha salido del recinto haciendo ruido en la ciudad.
Cuando un personaje de gran calibre llegaba a nuestra región, intentábamos que, en lugar de escucharlo, él nos escuchara para que conociera la fuerza que empezaba a adquirir nuestra Tijuana; y así, sonaban los cañones del grupo de los jueves:
Pedro Romero Torres Torrija hablaba de la importación y los problemas del comercio; Gastón Luken Garza daba cátedra de las elecciones (que aquí habían sido ganadas por primera vez en la historia por la oposición, PAN); Enrique Mier explicaba de las maquiladoras (de las que sabía todo); y Pablo Gutiérrez Barrón divertido, y amable, cerraba con un pequeño verso cómico sobre los temas tratados y sobre el invitado que asistía. Me gusta recordar a Pablo Gutiérrez Barrón, al que yo presentaba como tal, y decía “Pablo Gutiérrez Barrón de mis amigos”… y él añadía “el más cabrón”, haciendo verso; entre sus víctimas estuvieron Jorge Castañeda en una alusión a Adela Micha, que era el romance más connotado de la época, o una sobre la edad de Manuel Bartlett, que le molestó mucho. El grupo fue notorio en tiempos del Presidente Calderón, que acudía con frecuencia y que en alguna ocasión nos ayudó a pintar físicamente un mural.
Los visitantes como Jorge Castañeda (en su momento secretario de Relaciones Exteriores) y Muñoz Ledo, encontraban dignos contendientes intelectuales.
Recuerdo cuando Gastón Luken Garza explicó la democracia, impresionando a Muñoz Ledo, que había llegado a Tijuana desde su luna de miel, y unido a Cuauhtémoc Cárdenas y en cada frase de Gastón me daba un golpe en la pierna diciendo “qué fregón es este cuate”, lo que le valió eventualmente a Gastón ser invitado a México a tener los siguientes puestos: contralor general del Gobierno del Distrito Federal, consejero del Instituto Federal Electoral y diputado federal por el PAN. Hoy día es miembro prominente de la directiva de las empresas Coppel, y a mí me valió un fuerte dolor de pierna por los golpes de Muñoz.
Brilla con especial fulgor Luis López Moctezuma, quien fuera diputado federal, rector de la universidad de Baja California y trabajó en diversos puestos locales y nacionales. Su conocimiento y bonhomía son maravillosos.
Durante la pandemia, el Ing. Jorge Barreto y el economista Ramón Loaiza cuidaron con esmero que el grupo continuara ocupando un lugar reducido -pero activo- entre los mentideros y lugares de diálogo de la ciudad.
Jorge Kuri y Rodolfo Pataky, que crearon el Trompo, eran proverbiales por su fina ironía y capacidad de lograr comentarios chuscos.
Personajes que han brillado en la vida nacional, como Héctor Osuna y Tonatiuh Guillén, siguen dando cátedra en la mesa de los Jueves, también.
Adornan el intelecto del grupo, Carmelo Estrada, ex director de Telnor; el Arq. Joel V., vicepresidente de Canacintra; el economista inteligente y amable Arturo Covarrubias; el polifacético empresario-político Salomón Faz; otrora Carlos Mora, abría las introducciones; y la serena sabiduría del ex presidente municipal René Treviño, que en paz descanse. Impresionante el intelecto de izquierda de Gonzalo López; el colombiano, el gentil y amable Ing. Gurria; el infrecuente e inteligente Lic. Óscar Barrios; y la reciente adquisición que viene a complementar el cuadro, el Lic. José A. Serratos.
Siendo un “grupo de Toby”, en los últimos tiempos hemos tenido el gusto de que sea invadido por talentosas damas como Alejandra Santos, Claudia Basurto, Lourdes López de Lara, y esperamos muchas más. Otros personajes connotados del paseo de la fama, como: Tico Orozco y el Ing. Durán.
Es imposible que podamos concentrar en dos cuartillas lo vivido por 30 años en el Grupo de los Jueves; dejo a mis compañeros el reto de continuar reseñando esta historia.
En el piso 32 de las Torres de Agua Caliente, todos los jueves a las dos de la tarde, puntual aún se reúne el grupo para encontrar choques de ideas, experiencias, diálogos y un buen yantar. Larga vida al Grupo de los Jueves.
José Galicot es empresario radicado en Tijuana.