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sábado, noviembre 23, 2024
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“Mátalos, después viriguas”

De Trez en Trez

 

Uno.- La frase es atribuida a Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco “Pancho” Villa, al ordenarles a sus subordinados el fusilamiento de los “pelones” capturados como prisioneros durante la Revolución Mexicana a principios del siglo pasado.

¿Para qué meterse en problemas? Eran enemigos y eran prisioneros, quería obtener el triunfo; entonces habría que deshacerse de ellos. La lógica del Centauro del Norte…

Y precisamente eso es lo que el Presidente López Obrador está haciendo con Ministros, Magistrados, Jueces y trabajadores del Poder Judicial de la Federación, uno de los tres poderes de igual jerarquía que integran el Estado y que deben actuar sin  interferirse entre sí, libres de controles, obstrucciones o presiones intimidatorias.

A todos los acusa de ser corruptos, sin “viriguar”, es decir, sin comprobarles la acusación ya los sentenció. A todos los van a dejar sin trabajo, los van a correr y los nuevos juzgadores se elegirán por “voto popular”. Al diablo la carrera judicial, la experiencia, los conocimientos, el dominio de la materia, los derechos laborales.

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Al Presidente sólo le interesa el ánimo de vengarse del único poder que a lo largo de su gestión le ha dado batalla en su a veces ilegal actuar, y si de pasadita puede controlarlo, pues ya está. Los tres poderes bajo su control.

Negar que existe corrupción en los tribunales del fuero común o del federal sería una necedad; afirmar que todos son corruptos es una falsedad, no todos los juzgadores son corruptos, pero AMLO generaliza, y a todos, incluidos los trabajadores, los echa al mismo saco.

Desde luego, la corrupción no es aceptable en ningún ámbito, menos entre los que deben impartir justicia, pero no puedes “matarlos y después viriguar”. Al contrario: ir caso por caso, encontrar a los corruptos, denunciarlos y de acuerdo con el procedimiento legal, no sólo destituirlos sino también encarcelarlos si se comprueba el delito.

Doz.- La ahora famosa reforma al Poder Judicial va porque va y porque así lo quiere AMLO, la decisión ya está tomada; le “taparon el ojo al macho” organizando foros para “analizar” la pretendida reforma que al final resultaron en derroche de tiempo y de recursos para terminar haciendo lo que el Presidente quiere, desea y anhela.

Luego de los “Foros Nacionales” hubo pequeños cambios intrascendentes a la iniciativa de reforma, pero la elección de los juzgadores será por voto popular; ya se tiene listos los modelos de las boletas que se usarían para ello.

Tan aficionado es AMLO a las rifas y sorteos que hasta se propone la elección mediante el uso de una tómbola…

Por ello los trabajadores del Poder Judicial de la Federación se fueron a un paro nacional de labores, en defensa de sus derechos y se les unió la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED). Hecho inédito en México.

Trez.- Si de corrupción hablamos, ¿qué tal si aplicamos el mismo rasero de AMLO? Acusamos a presidentes municipales, gobernadores, diputados, senadores secretarios de Estado, funcionarios públicos y de pasadita al Presidente del país de ser corruptos (aunque aquí sí hay pruebas), y los corremos a todos y ponemos a otros en su lugar.

No se combate la corrupción dejando sin trabajo a miles, sin comprobar específicamente los actos de corrupción, ignorando sus derechos laborales, extinguiendo los fondos, fideicomisos, atentando contra la división de poderes, mostrando desprecio a la independencia y autonomía del Poder Judicial, llamando “paleros” a sus integrantes por el hecho de oponerse a las decisiones presidenciales. Por verse el final de este episodio.

La “reforma judicial”, como la plantea AMLO y sus aliados, actuando como cómplices, es una venganza, un capricho, una ambición desmedida de poder; una urgencia personal del presidente que quiere dejarla encaminada antes de irse a La Chingada.

P.D.- De pena ajena ver y escuchar a Arturo Zaldívar, ex presidente de la SCJN, más morenista que el mismo AMLO, atacando a la Corte cuando gozó y sigue gozando de ella; dándoles la espalda a sus colegas.

P.D.2.- “Es voluntad del pueblo” dicen, cuando la mayoría del verdadero pueblo no entiende de lo que se trata y seguro estoy, muchos legisladores tampoco.

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.

Correo: profeohe@hotmail.com

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Óscar Hernández
Óscar Hernández
Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernandez 17 oscar@boltmedia.com.mx
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