El 20 de septiembre de 1993, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a través de su resolución A/RES/47/237, proclamó el 15 de mayo como el “Día Internacional de las Familias” a fin de crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de las hijas e hijos desde la primera infancia, así como dar a conocer las cuestiones relativas a las familias y reflexionar acerca de cómo les afectan los procesos sociales, económicos y demográficos.
La familia y el matrimonio no son conceptos equivalentes; lejos de ello, el matrimonio únicamente es una de las múltiples formas que existen para formar una familia. La familia es un elemento complejo y variable que constituye la unidad básica y es el elemento fundamental de la sociedad.
Hasta mediados del siglo XX, la familia moderna estaba fuertemente regulada con base en roles estereotípicos, asignados en función del género, previendo sólo un tipo de familia: la conformada en el matrimonio entre hombre y mujeres con sus hijos e hijas; no obstante, el concepto de familia ha evolucionado para, mayormente, asegurar y proteger que las personas que pertenecen a los grupos de atención prioritaria (personas con discapacidad, mujeres, personas de la diversidad sexo-genérica, niñas, niños, adolescentes, entre otras) también tenga este derecho garantizado en condiciones de igualdad.
Así, se determinó que las obligaciones de la mujer de tener hijos e hijas y criarlos afectan a su derecho a la educación, al empleo y a otras actividades referentes a su desarrollo personal, además de imponerle una carga de trabajo injusta.
Por otra parte, se amparó el derecho de las personas con discapacidad a casarse y a fundar su propia familia. Además se reconocieron en las normas las familias conformadas por parejas LGBT+.
Algunos sucesos importantes en la evolución del concepto son:
1.- La inclusión de las mujeres al mundo del laboral, lo cual impulsó la disolución de los roles familiares asociados al trabajo doméstico, la crianza y los cuidados.
2.- El reconocimiento de la emancipación sexual y reproductiva de la mujer, lo que aminora la carga opresiva del rol reproductivo de la mujer en la familia.
3.- La desestabilización de la heteronormatividad, que da paso a nuevas familias creadas por las personas LGBT+.
4.- El avance científico en las técnicas de reproducción asistida, que dan entrada a nuevas familias.
La forma y el concepto de familia varían ampliamente, por lo que no es posible dar una definición uniforme, pero se puede afirmar que implica la posibilidad de vivir juntos y protegerse, con iguales derechos y responsabilidades. Cualquiera que sea la forma que adopte y cualquiera que sea el ordenamiento jurídico, la religión, las costumbres o la tradición, es importante que el tratamiento de las personas, especialmente de los grupos de atención prioritaria, sea conforme a los principios de igualdad y justicia.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com
