Es triste tener que pelear para que te den el tratamiento del que depende tu vida”, dice Martha Huaracha. Diagnosticada con cáncer de riñón y en un omóplato, tuvo que recurrir a un juicio de amparo para que el hospital del Issstecali en Mexicali le aplique inmunoterapia con la que podrá reducir otro tumor en un pulmón.
Su lucha contra la enfermedad inició en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 mantenía saturados los hospitales y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California (Issstecali) no tenía abierta la agenda con especialistas. En noviembre de ese año, en una institución privada, a Martha le extrajeron el riñón derecho y comenzó con un medicamento inhibidor para reducir el tumor del omóplato. Tales gastos fueron absorbidos por su familia y amigos.
En 2021, cuando se abrió la agenda de especialistas en Issstecali, Martha acudió con el diagnóstico y le proporcionaron el medicamento. Un año después, en una revisión, la oncóloga lo cambió porque el tumor del omóplato se redujo, pero creció uno de los que tiene en un pulmón.
Martha no podía acceder al nuevo inhibidor porque el fármaco está fuera del cuadro básico del Issstecali; cada ampolleta cuesta 180 mil pesos y ella requiere dos, cada tres semanas.
Mientras esperaba atención médica, Martha conoció el caso de otro paciente oncológico que recurrió al colectivo Justicia contra el Cáncer, iniciativa de la Asociación Civil Justicia que Transforma, dedicada a presentar juicios de amparos pro bono para que las personas reciban gratuitamente atención médica digna, de calidad, suficiente y oportuna, con diferentes enfermedades como bradicardia, diabetes y particularmente cáncer.
Luego que Justicia contra el Cáncer interpusiera el amparo en marzo de 2022, Martha ha tenido el tratamiento “casi puntualmente”.
Actualmente hay 20 amparos activos presentados por Justicia que Transforma, fundada en 2020. Su director, Guillermo Eugenio Rivera Millán, considera que irán aumentando las demandas porque el acceso a la salud se restringe cada día más.
Es más frecuente que se reprogramen las cirugías, falten especialistas y medicamentos no sólo en Issstecali, sino en todas las instituciones públicas de salud. “Eso lo normaliza la gente, pero en la medida en que sabe que tiene un derecho y no le va a pasar nada si acude a la justicia, se animan y hacen estos reclamos”, indicó.
En tres años, 403 demandas y 932 gestiones en 27 estados del país han beneficiado 4 mil 232 personas, permitiéndoles acceder a quimioterapias, medicamentos, radioterapias, inmunoterapia, biopsias, entre otros tratamientos y procedimientos, con un costo estimado en más de 92 millones 983 mil pesos.
“Hasta cierta etapa es 100% funcional la herramienta del amparo, pero llega un punto donde tenemos que ir de la mano de especialistas médicos, porque el juez no es un experto y se necesita ser más preciso en requerimientos”, ya que cuando un juez otorga una suspensión para que se proporcione un medicamento, la institución emite una serie de justificaciones que no hacen efectivo el acceso al paciente.
De ahí que Rivera invite a los colegios médicos a sumarse y trabajar en alianza por la justicia y hacer más eficiente el acceso a los pacientes. Además, exhortó a la población a conocer sus derechos de salud, a saber que cualquier persona en el Estado mexicano puede solicitar ese derecho que es integral y, si la institución médica pública no lo da, a través del juicio de amparo se facilita su acceso, “porque cada día que pasa puede hacer la diferencia entre la vida o la muerte, o (la mejora sustantiva) de la calidad de vida del paciente”, expuso.
En esa situación se encuentra Evangelina Cardoza, quien desde 2021 fue diagnosticada con cáncer de mama (el más agresivo, GER 2 triple negativo) en etapa 4, previo a la metástasis. Requiere inmunoterapia y otro tratamiento para el agua que está en su pulmón.
“Con mi sueldo de burócrata vivo al día. Es lamentable cómo está el sistema de salud. Cuando fui a pedir el apoyo con el licenciado Rivera fue por la impotencia de que sabes que necesitas la atención médica. Como trabajadora del Congreso del Estado, he aportado al Issstecali”, indicó.
Angélica Pon Méndez, subdirectora Médica de Issstecali, reveló que desde que fue creada la institución se presentan en promedio nueve amparos al año para recibir atención médica más rápida en enfermedades catastróficas, aquellas en que el desenlace puede ser fatal, como el cáncer.
“El 97% de las personas que nos han hecho este tipo de amparo es para que nosotros podamos adquirir un medicamento para tratar su enfermedad, que es de la última línea y no se encuentra disponible dentro de nuestro acervo de más de mil 500 claves de medicamentos”, aclaró.
Cuando se recibe un amparo, la institución verifica si es posible la compra, si se encuentra en el mercado nacional y gestionar su adquisición, lo que lleva un tiempo administrativo. Respecto a la inclusión de los fármacos al cuadro básico, Pon Méndez explicó: “Son muchísimos medicamentos”, ya que el cáncer puede afectar muchas partes del cuerpo, en muchos niveles y estadios que requieren diversas moléculas de medicamentos.
La funcionaria puntualizó: “No podemos tener apertura a tantos medicamentos, sobre todo de nueva generación, porque como institución de salud pública me tengo que regir a un catálogo nacional de medicamentos que como institución puedo ofrecer” con base en su licencia y que esté avalado por la Secretaría de Salud.
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MÁS DENUNCIAS EN CEDH
En 2023, se presentaron 37 quejas contra el Issstecali ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), esto es, un incremento de 164% respecto al año previo, cuando fueron 14.
Las quejas contra Issstecali en 2023 fueron por derecho a la seguridad jurídica, derecho a la igualdad, derecho a la protección de salud y derecho al trabajo digno.