Especialistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) bajaron su pronóstico de crecimiento económico del país para 2024, situándolo en 2.36% del Producto Interno Bruto. Tal dato es una previsión ligeramente menor a la proyectada en febrero pasado (2.39%).
Además, previeron un menor crecimiento el próximo año, ubicándolo 1.92% del PIB. Así, aumentó la probabilidad de que en algún trimestre se registre una tasa negativa trimestral.
Los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico son la gobernanza, particularmente la inseguridad (22%), corrupción (12%), Estado de Derecho (10%), así como las condiciones económicas internas y externas, según la encuesta hecha por el banco central a 40 grupos de análisis económico.
En contraste, especialistas del sector privado proyectaron para ambos años una mayor inflación subyacente (aquella que toma los precios de los productos menos volátiles) que la estimada anteriormente. En promedio, la expectativa de inflación subyacente es de 4.19% para 2024, y de 3.70% para 2025. No obstante, los pronósticos de la inflación general se mantuvieron en 4.10% para 2024 y en 3.70% para el próximo año.
Por otro lado, subió la expectativa para la tasa de interés interbancaria respecto a febrero, puesto que entonces se había previsto una tasa de 9.40% para el cierre de este año, y en marzo se proyectó en 9.54%
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Los especialistas económicos consultados también estimaron un incremento en el déficit público para este año y 2025. Las previsiones de empleo para el cierre del año en curso se mantuvieron conforme a las proyecciones previas (entre 500 mil y 600 mil empleos).
Esta semana, Banxico dio a conocer que en febrero de 2024 el crédito al consumo creció 11.1% en términos reales respecto al año pasado, sin embargo, fue la tasa más baja en once meses. En total, la cartera de crédito sumó 6 billones, un alza anual de 5.6%
En el rubro del crédito de vivienda llamó la atención la caída anual de 5.1% para las casas de interés social, aunque aumentó 4.5% el de la vivienda media y residencial. En los créditos de consumo de bienes duraderos destacó el crecimiento anual de 19.5% para adquirir automóviles, y el incremento del 12% de las tarjetas de crédito.
