“La burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; han producido también a los hombres que empuñaran esas armas: los obreros modernos, los proletarios”.
–Carlos Marx. Manifiesto del Partido Comunista. (1848. P. 37).
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Un dirigente honrado no miente ni engaratusa. Les habla de frente a los obreros. Pero este par de bandoleros del Partido Morena, aprovechándose del bajo nivel político de los trabajadores, les da gato por liebre. Les hacen creer que los legisladores burgueses son en realidad representantes de los pobres.
El mismo Lenin señalaba: “Los abogados son gente reaccionaria hasta la médula” (V. I. Lenin. La Revolución Proletaria y el Renegado Kautsky. 1918. P. 58).La única manera segura de lograr que la semana laboral sea reducida a 40 horas y el aguinaldo se eleve es con lucha combativa no con rastreras súplicas a los cancerberos de la burguesía.
Hay que organizar, con audacia, huelgas revolucionarias (paros totales) y manifestaciones enérgicas que hagan temblar a los explotadores. Sin sujeción al código laboral burgués ni a organismos “laborales” extranjeros como el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR). Sólo de esa manera la clase obrera podría lograr que en nuestro país se implantara la semana de 40 horas y el aguinaldo anual de 30 días de salario. Si tales acciones revolucionarias “ilegales” no se llevan a cabo, los trabajadores no lograrán nada.
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Los charros morenistas tratan de deslumbrar a las masas atrasadas diciéndoles que ellos son diferentes a los charros de la CTM y a otros del mismo pelaje. Falso de toda falsedad. Su desigualdad es solo de apariencia. Su esencia es la misma.
Hay que luchar, pero sin esquiroles en nuestras filas. Sin charros morenistas (como Prieto Terrazas y Napoleón Gómez Urrutia), ni priista, ni panistas. Debe el proletariado aprestarse para la dura batalla y acometer contra el enemigo con enjundia. Tres días de huelga general (de audaz y ardiente paro nacional) no hay autocracia que la aguante. Solamente de esa manera es posible vencer.
Con sumisión y extendiendo la mano como limosneros la clase obrera no lograra absolutamente nada.
Atentamente,
Javier Antuna.
Correo: gloriaproletaria@gmail.com
