La responsabilidad de las empresas en materia de derechos humanos recientemente se ha convertido en un asunto de suma importancia en el ámbito internacional, en especial por su relevancia económica; si bien no es una cuestión nueva, aún tiene mucho desarrollo por delante.
En la década de los sesenta, la Organización de Naciones Unidas observó que las empresas podrían generar un impacto negativo en los derechos humanos y determinó que era prudente regular el creciente poder de las empresas por lo que, realizó el Código de Conducta para las Empresas Transnacionales.
El Código fue presentado y discutido de la década de los setenta a los noventa sin prosperar. En 1999, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, convocó a las empresas para que se aliaran con el fin de crear un impacto global en cuestión de valores y principios, con lo que nación “Pacto Mundial”. El cual se divide en cuatro áreas en las que las empresas deben realizar esfuerzos: derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y combate a la corrupción.
Asimismo, Kofi Annan presentó una propuesta que se acercaba más a la ideología reinante, consistente en nueve principios, que posteriormente fueron ampliados a diez. La iniciativa fue adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2011 con el nombre de “Principios Rectores de Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos”, mediante los cuales se estableció el marco de responsabilidades y deberes no vinculantes dirigido a empresas y gobiernos para la materialización de los derechos humanos en el contexto de las actividades empresariales. En resumen, los principios son los siguientes:
1. -Las empresas deben apoyar y respetar la protección de derechos humanos declarados internacionalmente.
2.- Las empresas deben asegurarse de no ser partícipes de vulneraciones de derechos humanos.
3.- Las empresas deben defender la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.
4.- Las empresas deben defender la eliminación de todas las formas de trabajo forzado u obligatorio.
5.- Las empresas deben defender la abolición efectiva de la mano de obra infantil.
6.- Las empresas deben defender la eliminación de la discriminación con respecto al empleo.
7.- Las empresas deben apoyar un planteamiento preventivo con respecto a los desafíos ambientales.
8.- Las empresas deben llevar a cabo iniciativas para fomentar una mayor responsabilidad ambiental.
9.- Las empresas deben promover el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
10.- Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, como la extorsión y el soborno.
Estos principios aplican a todas las empresas y tienen que contener todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente. Es por ello su gran relevancia para que las empresas los consideren en el diseño de su política, lo que hoy en día suele ser requerido principalmente en la industria de exportación.
En suma, el considerar los derechos humanos, particularmente a través de los principios, abona a lograr las metas de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com