Asesinatos múltiples en los que más de tres víctimas murieron en un solo ataque, fueron perpetrados por grupos del crimen organizado que operan en Baja California. Sólo durante 2023 ocurrieron 27 de este tipo de eventos macabros que tuvieron como posibles móviles el control territorial por parte de alguna célula delictiva o cártel del narcotráfico, ajuste de cuentas por robo de droga, negativa a pagar derecho de piso o secuestro de migrantes.
Tijuana continúa como epicentro de esa violencia, al registrar 17 de las masacres, aunque el multihomicidio más numeroso ocurrió en Ensenada, donde diez personas fueron victimadas en un solo atentado criminal. En Tecate se tuvo el registro de tres de los eventos; en Mexicali se consumaron dos, mismo número de hechos que en Ensenada y Rosarito; mientras que en San Quintín se verificó otro de los crímenes de referencia.
Destacan las emboscadas, enfrentamientos, ataques directos, levantones con ejecución a balazos o por decapitación. En su mayoría, las víctimas por evento fueron tres personas, al menos así ocurrió en 17 de las veces que las autoridades ministeriales conocieron de homicidios múltiples. En cuatro ocasiones los fallecidos fueron cuatro; en tres llamados encontraron cinco muertos en cada caso; dos veces se reportaron siete cadáveres; mientras que en un asunto, diez personas fueron privadas de la vida.
En total, en los 27 asesinatos múltiples, murieron 106 personas. Los sicarios iban por casi todas las personas reunidas en grupo, pues en esos actos sólo 19 sobrevivieron, aunque resultaron lesionadas, de acuerdo a los recuentos periodísticos de notas publicadas por esta casa editorial.
Tijuana encabeza la lista de las víctimas mortales, con 63; Ensenada, 14; Tecate, once; Rosarito, ocho; Mexicali, 7siete; San Quintín, tres.
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Los hechos más sangrientos que este año quedaron en la memoria de los bajacalifornianos fueron la matanza del 20 de mayo, cuando un comando armado emboscó a un grupo de corredores del rally denominado El Cachanillazo en la delegación San Vicente de Ensenada, que tuvo por saldo diez personas sin vida y otras tantas lesionadas. Y desde luego, la quíntuple ejecución con disparos de arma de fuego de cuatro hombres y una mujer, el 1 de octubre, en Los Arenales, Delegación Primo Tapia de Playas de Rosarito.
HOMICIDIOS TRIPLES
La cuenta de la muerte inició desde el primer día del año, cuando en el Ejido Durango, en Mexicali, fueron reportadas cuatro personas asesinadas al interior de un domicilio que al parecer era utilizado como picadero. Los cuerpos se hallaban en diversos lugares del inmueble. Ocho días después, también en Mexicali, en la colonia Esteban Cantú, mataron a tres personas con balas calibre .9 milímetros y los homicidas prendieron fuego a la casa. El 16 de febrero, en el cruce de París y Callejón Berlín, Colonia Altamira de Tijuana, fueron localizados los bultos con tres personas victimadas envueltas en una lona blanca, atada con cinta adhesiva.
Los triples crímenes continuaron el 17 de febrero, en las calles Las Torres y Durazno en Tijuana, donde sujetos que llegaron en una camioneta blanca dispararon contra cuatro hombres, tres de los cuales fallecieron. Tres días más tarde, en la calle Austral, Colonia Sánchez Taboada, mataron a tiros a tres personas en un domicilio. Los asesinos huyeron en una camioneta GMC blanca. El lunes 27 de ese mes, tres bultos con cadáveres calcinados fueron localizados bajo el puente 20 de Noviembre, en la colonia del mismo nombre.
El 3 de marzo se registró una agresión armada en el exterior de un taller mecánico localizado en la calle Francisco I. Madero, Colonia Divina Providencia en Tijuana. Tres sujetos murieron y tres resultaron heridos a balazos. El día 16 balearon a dos mujeres y un hombre en una vivienda del Primer Callejón Mujica, Colonia Obrera, pereciendo todos. El 8 de abril, en una casa abandonada dentro de un predio de la calle Vasconcelos, Colonia Nueva Tijuana, hallaron los cuerpos de tres personas sin vida con impactos de arma de fuego.
Para el 27 de mayo se conoció del hallazgo de dos cadáveres de un hombre y una mujer dentro de una camioneta estacionada en la colonia Vicente Guerrero, Ejido Emiliano Zapata en San Quintín, Baja California. En un barranco cercano se localizó un tercer cadáver. Tres días posteriores, en un negocio con maquinitas tragamonedas, en la colonia Buenavista de Tijuana, desconocidos ingresaron para matar a balazos a tres hombres y dejar heridos a dos más. El 3 de julio, en la Laguna Salada, municipio de Tecate, fueron encontrados tres cadáveres con huellas de violencia. Se trata de una zona desértica ubicada a tres kilómetros del retén militar.
En un domicilio de la calle Cañón Morales en la colonia Constitución de Playas de Rosarito, tres personas fueron asesinadas a balazos el 29 de agosto. Otro ataque ocurrió en la cochera de una vivienda el 9 de septiembre. Las víctimas estaban en la calle San Bartolo número 250, Colonia La Hacienda en Tecate. Pasados tres días, aconteció un triple crimen sobre Bulevar Lázaro Cárdenas y Díaz Ordaz en la zona de la 5 y 10 en Tijuana, tras una disputa armada entre narcomenudistas; hubo dos lesionados. El 23 de septiembre, sobre el Kilómetro 132 de la carretera de cuota Tecate-Tijuana fueron localizados tres cadáveres encobijados, al parecer dejados en el sitio por ocupantes de una camioneta blanca.
Nuevamente la colonia Obrera fue escenario de violencia al ser victimados a balazos tres sujetos la tarde del 25 de septiembre. Los cuerpos yacían dentro de un vehículo Chevrolet Aveo en el cruce de las calles Mártires de Chicago y Carrillo Puerto. De hecho, uno de ellos -aún con vida- fue trasladado al hospital, donde posteriormente se reportó su deceso. Mientras que el 1 de octubre, en un predio del Ejido Rancho La Fuente, Delegación La Presa en Tijuana, colectivos de búsqueda de desaparecidos localizaron los restos óseos de tres personas.
DE 4 A 10 VÍCTIMAS
La saña de los criminales y las disputas fueron en aumento conforme avanzó el año. El 22 de abril, en una casa de la calle Olimpia, Colonia Montes Olímpicos en Tijuana, fueron asesinados cinco individuos, entre ellos César Celaya, empleado del ayuntamiento. Empistolados penetraron en la casa y dispararon en contra de quienes se encontraban en el lugar. En la misma fecha, en una invasión del cerro ubicado en el Kilómetro 12 de la Carretera Escénica Tijuana-Rosarito, Sección Cantinero, fueron acribilladas a balazos cuatro personas, entre ellas una mujer; estaban en el exterior de unas chozas hechas con material de desperdicio. Los sicarios usaron armas de calibre 223 y 9 milímetros.
Otro multiasesinato que llamó la atención fue descubierto de manera fortuita por la Policía Municipal de Tijuana el 12 de junio: observaron a sujetos sospechosos circulando a bordo de una camioneta pick-up Ford F250 por el Ejido Chapingo y decidieron marcarles el alto. Los individuos huyeron, pero fueron interceptados más adelante y dos de ellos detenidos en una gasolinera del Bulevar Héctor Terán en el fraccionamiento Campestre Murúa. Al revisar la batea, los uniformados encontraron debajo de tres llantas y una lona, los cadáveres de siete hombres estrangulados, alguno de los cuales tenían antecedentes penales por robo a mano armada.
El 5 de agosto, otro hallazgo de terror ocurrió sobre la calle Jalisco de la colonia Braulio Maldonado en Tecate: cinco cadáveres decapitados en el interior de una camioneta panel de color rojo, estaban desnudos y presentaban huellas de tortura. A un costado se localizó un mensaje amenazante del crimen organizado.
Dos días después, el alcalde Darío Benítez dijo temer que el macabro espectáculo tuviese alguna dedicatoria, pues muy cerca se encuentra la casa familiar donde creció y aún viven sus seres queridos.
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Cuatro días después, en un predio ubicado a tres kilómetros de la caseta de cobro de la carretera Tecate-Tijuana, fueron hallados los cadáveres de siete personas, al parecer migrantes, cinco de ellos mutilados. Otros cinco ejecutados estaban el 1 de octubre en Las Dunas de Cantamar en Los Arenales, en Playas de Rosarito: cuatro hombres y una mujer, la cual estaba herida, pero murió camino al hospital. Yacían junto a dos vehículos y una cuatrimoto, pero no hubo testigos. En el sitio se localizó un casquillo calibre 40 y otros muchos del calibre 7.62 disparados por fusiles AK-47. Entre las víctimas figuraba Eduardo Pérez Verdugo, con múltiples antecedentes penales por el delito de robo.
El 4 de octubre, en un inmueble que era utilizado como minicasino clandestino en la calle Defensores de Baja California de la colonia Postal en Tijuana, autoridades reportaron el hallazgo de cuatro personas muertas a balazos, entre ellas dos mujeres. Testigos de los hechos aseguraron que los homicidas eran dos individuos que huyeron en bicicleta. El 18 de octubre se perpetró un ataque armado en el que murieron cuatro personas y dos resultaron lesionadas en una serie de predios ubicados en la carretera Ensenada-San Felipe, Delegación de Valle de la Trinidad en Ensenada. Peritos colectaron por lo menos 49 casquillos desechados por armas de fuego largas y cortas, en tanto el Ministerio Público aseguró vehículos incendiados.
El multihomicidio más numeroso del año ocurrió el 20 de mayo sobre la Carretera Transpeninsular, en el poblado de San Vicente en Ensenada: diez personas, entre ellas una mujer, perdieron la vida y hubo entre siete y diez lesionados más a balazos. En una emboscada, en la que participaron conductores de vehículos tipo Raptor y Racer escoltados, murieron el delegado de San Antonio de las Minas, Valle de Guadalupe, José Eduardo Orozco Gil; y Alonso Arámbula Piña alias El Trébol, presuntamente involucrado con el Cártel Arellano Félix y blanco del atentado.
Pesquisas señalaron que miembros del Cártel de Sinaloa, en alianza entre los hermanos Alfonso y René Arzate con Los Rusos, fueron los autores del atentado. Días después hubo algunas detenciones.
