Quienes han sido indiferentes en conocer a fondo lo que significa el recorte de 13 fideicomisos al Poder Judicial, deberían cambiar su actitud. El Ejecutivo es insaciable. No es que se quiera embolsar el dinero: fiel a su estilo arrebatado, determinó “castigar” a los magistrados de la SCJN y de paso se llevó a más de 50 mil trabajadores de distintos niveles.
Se ha explicado hasta la saciedad la forma como se crearon, incluyendo prestaciones y aportaciones, especialmente para las jubilaciones. Es un sistema que el Ejecutivo no entiende, por el poco tiempo que lleva como trabajador del gobierno. Otra prueba de que no sabe, son las cuentas alegres que hizo sobre la pensión que recibirá en su jubilación. Pues no tiene ni los años de trabajo ni los honorarios suficientes para que haga las cuentas alegres. Sólo la edad.
Decíamos que ya es tiempo de que todos pongamos atención a esa insaciable sed de acabar con los fideicomisos. Ya puso el ojo a las jubilaciones y quizá, antes de que la mala administración del Sector Salud quiebre como el Insabi, ¿qué tal si los pensionados y jubilados perdemos lo que hemos devengado al trabajar lo que la ley marca, para merecer ese derecho?
Basta leer a los expertos de este y otros países que se sorprenden por la forma de despilfarrar cientos de miles de millones de pesos, de este gobierno. México tiene un presidente que levanta falsos e inventa para acusar y llevar a la cárcel, o por lo menos desprestigiar a quien lo contradice. En ningún momento se ha dirigido a la ciudadanía para informar con datos fidedignos por qué sus obras importantes han duplicado o triplicado los costos iniciales.
Y no lo hace porque en el congreso federal, su grupo político es mayoría y jamás le pedirá cuentas por obras como el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y su refinería. Y ni hablar de la deuda de varios billones… sí, billones que contraerá en el 2024. Sólo se menciona los antojos que están endeudando a los mexicanos. Y si se agrega todas las marchas que se organizan, ya sea para protestar, exigir (los grupos perjudicados con sus acciones) y las que se planean como apoyo a su “espléndida” forma de gobernar. El dinero que se pierde es inimaginable.
Nota 1. Ya en Tijuana, las protestas se están haciendo cotidianas. Consecuencia de malos gobiernos.
Nota 2. El acuerdo por la salud que firmaron el Presidente y la gobernadora, servirá sólo como publicidad. Pues al haber recorte en el presupuesto, seguirán las carencias.
Nota 3. A un año que termine este sexenio, inventan el hilo negro.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org
