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sábado, septiembre 7, 2024
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Guerrero colapsado por Otis, reacción tardía de gobiernos

A las 10:00 horas del martes 24 de octubre, hora del Centro, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos clasificó a Otis como una tormenta tropical con vientos de 112 kilómetros por hora; 13 horas después ya era un huracán Categoría 5, sin precedentes en el Pacífico mexicano, con vientos de entre 265 y 300 kilómetros por hora.

“No hay un registro de huracanes que sean siquiera similares a esta intensidad en esta parte de México”, se concluyó en una discusión de expertos del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, quienes atribuyeron esta rápida y sorpresiva intensificación a tres factores: el origen de Otis fue una tormenta tropical que, por ser menor, fue imposible advertir su desarrollo, una depresión atmosférica cerca de Baja California que alimentó el fenómeno natural y la temperatura del mar en la costa de Guerrero que rondaba los 32 grados Centígrados, lo que sirvió como combustible para que el huracán alcanzara la Categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson y fuera etiquetado como “catastrófico” por las autoridades meteorológicas del país vecino.

Por supuesto, Mar Gómez, en el canal de National Geographic, coincidió en indicar que “el proceso de intensificación de la velocidad de huracanes se debe a la combinación de una cálida temperatura del mar, la baja cizalladura del viento y la ausencia de aire seco que propician una concentración de energía en la superficie del mar y se convierte en energía cinética que enriquece la presión central”.

Sin embargo, el histórico huracán tocó tierra en la madrugada sin alertas por parte de los tres niveles de gobierno mexicano a las comunidades guerrerenses; 32 horas después de la devastación, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, dio un primer reporte de daños por el paso de Otis.

A la mañana del jueves 26 de octubre, la Secretaría de Seguridad Pública había sumado 27 decesos y cuatro desaparecidos, aunque por la magnitud de los destrozos, se espera que las lamentables cifras cambien conforme mejore la comunicación entre la población afectada, que se calcula en más de un millón de damnificados en la entidad, más de 800 mil sólo en Acapulco, además de San Marcos, Coyuca de Benítez, San Jerónimo e Ixtapa Zihuatanejo. Para estas tareas fueron canalizados mil Servidores de la Nación, cuya responsabilidad es hacer un censo de las personas afectadas.

Los vientos de Otis derribaron techos, paredes, movieron autos, embarcaciones y fracturaron la infraestructura de viviendas. Los daños se reportan en el 80% de los hoteles de la costa, con averías principalmente en cristales, techos y pisos.

El emblemático hotel Princess se convirtió en el símbolo inmediato de la destrucción de Otis, al igual que el hotel Fiesta Americana, Langosta Feliz, Sexy Drink, Señor Frogs y el Mercado de Artesanías de la Diana, así como Playa Diamante.

“Todo Acapulco quedó afectado, el nivel de daño está extendido y no hay lugar que no haya sido afectado”, explicó Roberto Arroyo Matus, secretario de Protección Civil de Guerrero.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) canalizó mil 800 elementos del Ejército Mexicano mediante el Plan DN3, además el gobierno informó que el primer contingente de ayuda contempló 24 mil litros de agua para la población.

El Jeep militar en el que viajaba el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se quedó atascado en la autopista del Sol, el mandatario se dirigía a Acapulco para la evaluación de daños tras el paso del huracán Otis. Al no poder continuar su camino en la unidad tuvo que caminar un tramo para después pedir un raite a una camioneta de redilas,

Cientos de lesionados saturaron consultorios y espacios médicos que se mantuvieron muy limitados en sus servicios. Por ejemplo, sólo dos de los pisos del Hospital General Regional 1 del IMSS estuvieron en operación, sin embargo, imágenes captadas por el personal y las familias de pacientes muestran cómo el nosocomio se quedó sin ventanas, y el viento entró con toda su fuerza.

Al miércoles 25, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contabilizó 58 torres colapsadas en Guerrero, cuya reparación está en manos de mil 320 trabajadores, 159 grúas, 511 vehículos, 37 plantas de emergencia, 21 torres de iluminación y tres helicópteros. 

“Es uno de los eventos con mayor impacto que hemos presenciado”, comentó el portavoz Luis Bravo.

Por su parte, la empresa Telmex confirmó haber restaurado el servicio en un comunicado oficial: “Tras una intensa labor de sus técnicos especializados, la empresa concluyó las labores de empalme de la fibra óptica que fue afectada por el huracán Otis, lo que ha permitido restablecer las comunicaciones”.

Lo cierto es que, en escuetos mensajes a través de redes sociales y llamadas de celular a medios de comunicación, los ciudadanos siguen pidiendo cada vez más desesperadamente auxilio. Denuncian saqueos masivos en toda clase de comercios, escasez de alimento, ropa limpia, agua para beber y todos los servicios públicos aún suspendidos.

Testimonios de turistas refieren nula ayuda en los hoteles donde se hospedaron. Hubo quienes encontraron refugio en la tina de baño de su habitación, otros permanecieron tendidos sobre el piso, formando barricadas con los muebles, sin que personales de los sitios de hospedaje brindara más ayuda que una hoja de papel colocada en el exterior de los cuartos, avisando que habría una tormenta.

Según la mandataria Evelyn Salgado, se han enviado entre 30 y 40 camiones para evacuar a los visitantes todavía varados en hoteles y resorts de la zona metropolitana de Acapulco.

PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR, POR AUTOPISTA DEL SOL

El miércoles 25, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, intentó llegar por tierra a Acapulco, pero lo detuvo una Autopista del Sol colapsada por el lodo y otros estragos. El morenista comenzó a caminar por la vía, acompañado por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Sandoval, entre otros miembros de su gabinete.

“Ayer nos atascamos y caminamos a pie. Me dio mucho gusto porque ya tenía tiempo que no caminaba, andaba con un problema del carcañal y la terapeuta me decía que ‘ya en cinco días, diez días, ya va a poder usted caminar un kilómetro’, porque duele bastante, ya los que han tenido esto saben a qué me refiero”, dijo en su conferencia matutina del jueves 26 de octubre.

“Ayer caminé como tres, cuatro, cinco kilómetros, después de que nos atascamos, y el carcañal bien, aguantó sin problema”, narró mientras reía, después de dar el pésame a las familias por el fallecimiento de 27 personas en Guerrero. “Eso es lo que más duele, porque lo material se puede atender y lo vamos a hacer con mucha responsabilidad, un pésame a todos los familiares y quienes perdieron la vida fue por el efecto del huracán”, afirmó desde Palacio Nacional.

A FALTA DEL FONDEN 

En 1999, dentro del Ramo 23, del Presupuesto de Egreso de la Federación, se creó el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), cuya operación duró hasta julio de 2021, cuando López Obrador eliminó tal recurso para atender este tipo de emergencias.

El Fonden tenía como objetivo rehabilitar con prontitud la infraestructura federal, estatal y municipal cuando ocurrieran fenómenos naturales de considerable magnitud en el país, en cuanto la Secretaría de Gobernación activara la declaratoria de emergencia o de desastre natural. Los recursos se canalizaban también para brindar apoyo a la población de bajos ingresos con viviendas afectadas.

Por más de 10 horas, la Autopista del Sol quedó cerrada por los deslaves que ocasionaron las lluvias de la Tormenta Tropical ‘Otis’, la cual tocó tierra siendo Huracán categoría 5 y alcanzó vientos de hasta 300 kilómetros por hora al llegar a las costas de Guerrero, Foto: Dassaev Téllez Adame/Cuartoscuro.com

El Gobierno Federal entregaba los recursos, en especie o en efectivo, después de un censo de daños realizado por un comité de evaluación técnica.

“En 2020 se dejó el compromiso, y el gobierno tendrá que absorber. Es preocupante que hasta ahorita no hay un pronunciamiento de la emergencia que ha ocurrido en los municipios. Tuvimos 20 horas de anticipación al impacto de Otis al Estado de Guerrero y no hay ninguna declaración de emergencia para atender a los damnificados directos y las afectaciones”, expresó Josué Serrano, director de Alertamiento Temprano de Sky Alert, ex director del Fonden, ante la falla del sistema para advertir de la emergencia en Guerrero.

A falta de Fonden, además de la ayuda que deberá llegar a los guerrerenses a través de la Secretaría del Bienestar, AMLO espera que la reconstrucción de la zona metropolitana de Acapulco y otras comunidades destruidas se dé por medio de la Iniciativa Privada.

De acuerdo con lo que informó el Ejecutivo Federal, la Secretaría de Hacienda se encargará de convocar a una reunión con invitados de la IP para rescatar la vocación turística de Acapulco.

“Vamos a llevar cabo una reunión con el secretario de Hacienda, el subsecretario de Ingresos, el director del SAT, va a estar también (representantes) de la Comisión Nacional Bancaria de Valores, el director de Banobras, el de Nacional Financiera. También está la invitación al presidente de la Asociación de Bancos de México para que se lleve a cabo esta reunión con empresarios”, comunicó el jueves.

Veinticuatro horas después de la caótica llegada de Otis, la vialidad funciona parcialmente sin el cobro de casetas, pero la mejor vía de transporte será un puente aéreo que está tratando de establecer de manera segura Aeroméxico, ante una situación de emergencia que todavía puede complicarse.

DESLAVES E INUNDACIONES, EL PELIGRO QUE VIENE: METEORÓLOGO JONATHAN BELLES

El meteorólogo Jonathan Belles se suma a la lista de expertos que alertan sobre los días difíciles que vendrán para la zona devastada por Otis: “Aunque mucha de la atención al momento ha sido razonablemente en torno a la velocidad extrema de los vientos alrededor de Acapulco, el agua pronto será la preocupación mayor el resto de la semana”.

Lo anterior se debe a que cuando los huracanas recorren partes montañosas de México, “es como aventar globos llenos agua, el globo desaparece, pero el agua tiene que ir a otro lado; los deslaves y las inundaciones debido a los remanentes deben anticiparse en todos lados, sobre todo donde puede haber 30 centímetros o más de lluvia antes de que la región se seque por completo. Esta agua podría ser tan perjudicial y potencialmente más mortífera que los vientos cercanos a la costa”, afirmó el científico.

Imágenes de mujeres y niños saliendo de entre troncos de árboles derribados por el lodo son apenas la advertencia de un colapso mayor en el Estado de Guerrero.

Autor(a)

Ernesto Eslava
Ernesto Eslava
Maestría en Gestión y Políticas Públicas por UIA Tijuana; Diplomado en desarrollo de contenidos web por Ibero Tijuana, en curso Diplomado de Periodismo de Investigación por Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Licenciatura en Comunicación por UABC. Productor del Podcast Libre Como El Viento en Semanario ZETA desde 2020.
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