David Alfaro Siqueiros se fue a España a luchar, junto con los republicanos, contra los fascistas de Franco. Lo hicieron coronel y lo denominaron el “Coronelazo”. Cuando cae la República, huye a Francia, donde lo nombran presidente de las organizaciones comunistas de América Latina; viaja a México, donde empieza a pintar y ocurre un acontecimiento sísmico.
Trotsky, el creador del Ejército Rojo, el gran ideólogo de la Revolución Comunista, huye de Rusia temiendo por su vida; se viene a vivir a la casa de Diego Riviera y de Frida Kahlo, legendarios pintores que centraban la vida cultural de México.
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Ahí Trotsky tuvo un affaire con Frida Kahlo y empezó a redactar sus memorias.
En 1940 Siqueiros participó en un atentado contra Trotsky, liderado por el cuñado del pintor, Leopoldo Arenal. Con la complicidad de Shelton Harte, guardaespaldas de Trotsky, Siqueiros penetró en la casa donde residía en el barrio de Coyoacán, acompañado por veinte hombres. ¡Realizaron más de cien disparos! Fue herido de bala el nieto de Trotsky y posteriormente los atacantes ajusticiaron a Harte de un tiro en la cabeza.
Tres meses después, un personaje, Jacques Mornard (Ramón Mercader), se infiltra en la mansión donde estaba Trotsky, luego de enamorar a su secretaria. Una tarde, Jacques toma un piolet y mata a Trotsky.
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Esta historia me ha fascinado desde la infancia por los personajes implicados y por los crímenes de la vida real. Platicando con Tico Orozco, que es el director de la Casa de las Ideas y que otrora fue director del teatro de Bellas Artes, arma un trabuco de personajes de Tijuana que tenían que ver con el teatro y logró que las plumas de Daniel Salinas y Bárbara Perrín escribieran un guion teatral: con el director Gilberto Corrales, actores como Felipe Tututi, escenografía e iluminación de Alejandra Escobedo (Alita), música de Mario Alvarado (ex integrante de Ballena de Jonás), video escenográfico de Daniel Primo, Tico Orozco como productor ejecutivo y yo como productor general de la obra, en una colaboración de Tijuana innovadora y Teatro en el Incendio.
Presentamos la obra en el CECUT durante dos días, el primero con medio teatro y el segundo a reventar. La obra es buena y asombró a propios y extraños. Abusando de las ventajas de una obra de teatro, hicimos un capítulo donde Jacques Mornard discute con Siqueiros, cuestionando quién es el más hábil magnicida, lo cual logra un dramático episodio.
Nos dispusimos a presentar nuestra obra en el Teatro de la Ciudad de México “Esperanza Iris” y la programamos para el 8 de septiembre. Se comunican con nosotros de la Secretaría de Cultura la Ciudad de México para solicitarnos presentar la obra en días en que habrá un encuentro de los secretarios de cultura de Latinoamérica.
Así pues, de pronto, la obra de los tijuanos será vista por los miembros de la cultura en Latinoamérica con repercusiones realmente asombrosas.
Después, ¿qué será de la obra? ¿Iremos a Guanajuato? ¿La presentaremos en Tijuana o volará al sur del continente? Los realizadores estamos de plácemes, pues un proyecto realizado en Tijuana será apreciado por personajes de la cultura de Latinoamérica. ¡Viva Tijuana! ¡Viva México! ¡Viva la truculenta historia de los Trotskys, los Siqueiros, los Rivera y la Kahlo!
José Galicot es empresario radicado en Tijuana.
