Mueren 15 construyendo vía férrea, Sonora-Baja California
1907, Jesús García, héroe de Nacozari.
1912, Manuel Uruchurtu R., único mexicano en el Titanic.
1937, heroicos ferrocarrileros dan su vida por México.
Viento Negro es un cinedrama de 1964 con David Reynoso. Filmada en el Gran Desierto de Altar, Sonora, muestra la tragedia heroica de personas reales, como el Ingeniero Jorge López Collada y tres compañeros, fallecidos un 2 de julio de 1937.
Un 20 de julio del mismo 1937, morirían accidentados 11 obreros en el kilómetro 76. El acta de defunción, firmada por el médico Francisco Dueñas, refiere 23 heridos y 15 fallecidos. Los 11 murieron por México, ubicando y construyendo las vías para el ferrocarril Sonora-Baja California, para unir esta región mexicana con la Nación.
1907. “Máquina 501, la que corrió por Sonora… Como a las tres de la tarde… tú te has ganado la Cruz, tú te has ganado las palmas. Eres un héroe, Jesús”, expresa la melodía del Héroe de Nacozari, que murió salvando su pueblo de la explosión del Carro de Dinamita “que se nos viene quemando”.
1912. El único mexicano a bordo del Titanic, el diputado federal Manuel R. Uruchurtu, viajaba en primera clase, pero le cede su lugar a una mujer con un niño. Le pide a Elizabeth Rammel Lye que, al salvarse, que le comunique a su familia sobre lo ocurrido. En 1915 en Jalapa, Lye visita a su esposa, y en 1916 a su mamá Mercedes Ramírez de Uruchurtu, en Hermosillo. Ya en agosto de 1912, el Senado de USA, reconoce el Acto Heroico de Uruchurtu. Su madre muere en 1924 siempre esperando a su hijo Manuel. Como en la cinta Dile al Tiempo que vuelva. Sólo que el heroísmo del sonorense de Hermosillo es real, y plasmado magistralmente por Guadalupe Loaeza en El Caballero del Titanic, El único mexicano a bordo del Titanic. (Editorial Aguilar, 2012).
1937. A 86 años de la Tragedia Heroica, por primera vez se hará memoria -en el panteón No. 1 de Mexicali, Baja California-, de aquellos 11 obreros caídos, cita el Comité organizador. La tecnología y la pasión por la memoria histórica confluyen al tenerse ya las evidencias documentales, actas, bibliografías, hemerográficas y orales de aquel accidente ferroviario del 20 de julio de 1937. Como en la muerte del Señor, el accidente mortal ocurrió a las tres de la tarde, anota el Dr. Dueñas, el médico que atendió el evento y el traslado de los héroes del Ferrocarril Sonora-Baja California; como a las tres de la tarde, estaba Jesús García, a un hospital de Mexicali. Viajaban 90 trabajadores; 23 accidentados, y 11 dejaron su vida por México. El Viento Negro remite al 2 de julio; este accidente a julio 20 del mismo 1937. Tragedia Heroica.
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Entre Mexicali y Puerto Peñasco existen estaciones como López Collada, Sánchez Islas, Gustavo Sotelo, y Jesús Torres Burciaga. Entre el mar de Cortés, el Gran Desierto de Altar, y el Parque Nacional El Pinacate, escenario infinito donde también los Cosmonautas del Apolo XIV (NASA), estuvieron en Febrero de 1970, en la Zona del Trébol, Sykes y McDougal.
¿Cómo se llamaban aquellos 11 mexicanos que murieron el 20 de Julio de 1937? Originarios de todo el país: Jesús López Quezada, Sixto Hernández, Hermenegildo Modesto, Emilio Rivera, Hilario Loaisa, José Camacho, Pastor Viveros, Salvador Arévalo, Tiburcio Ambriz, Francisco González, Pablo Solorio…
Por las Rutas del Desierto. Valdemar Barrios Matrecitos, historiador periodista, magistralmente investigó ambas tragedias del 2 y 20 de julio de 1937: “Al asumir el General Lázaro Cárdenas la Presidencia de la República (1935-1940), en su plan de gobierno hizo figurar el trazo del ferrocarril Sonora-Baja California; y fue el 19 de mayo de 1936 cuando dictó el acuerdo de que se hiciera esa localización y la construcción del ferrocarril Mexicali- Puerto Peñasco, para más tarde entroncar con el del Pacífico… la localización desde Fuentes Brotantes hasta Puerto Peñasco; se ordenaron los primeros estudios en julio de 1936 y exactamente al año siguiente, el 2 de julio de 1937, la brigada compuesta por el joven ingeniero Jorge López Collada y acompañantes Sotelo, Sánchez Islas y Torres Burciaga, en el desempeño de sus labores, delicadas y peligrosas y más que todo difíciles, encontraron la muerte por insolación y sed…”. (Entrevista con el ingeniero Raúl Sánchez Díaz).
Don Pablo Covarrubias trabajó a la edad de 15 años (1937) como peón en el ferrocarril Sonora-B.C. Como conductor de planta, le tocó manejar el Tren Olivo del Presidente Miguel Alemán; platicó, describe Matrecitos, “que durante el mes de julio de 1937 hubo un accidente ferroviario donde iba como motorista de aquellos antiguos armones, el Señor Manuel de la Torre en el kilómetro 8,5 cuando venían empujando el tren en vez de ir jalando; y ahí se registró la catástrofe debido que uno de los trabajadores del convoy se recargó en el freno de mano. Y eso motivó que murieran nueve personas en forma casi instantánea y después dos más, aparte de que resultaron muchos heridos de mayor y menor gravedad”. (Valdemar Barrios, entrevista con Pablo Covarrubias).
Historia del Ferrocarril en el Estado de Baja California.- De esta obra del Instituto de Investigaciones Históricas de Baja California (1988), extractamos del discurso inaugural del Coronel Rodolfo Sánchez Taboada, gobernador del Distrito Norte de BC., pronunciado un 5 de mayo de 1940: “Indudablemente que sentimos la influencia de los muertos sobre los vivos y vemos como influyendo así hacen que se realicen estas obras. Es la influencia de esos antepasados seguramente la que en un momento propicio hiciera que llegara el momento bendito en que viniera a la Presidencia de la República un hombre de la talla de Lázaro Cárdenas y que viniera a realizar esos sueños. Hoy sin duda esos de nuestros antepasados, esos hombres que con tanto sacrificio vinieron a buscar estos caminos, esos hombres que debemos mencionar con veneración; esos hombres como el propio Hernán Cortés, como Sebastián Vizcaíno, como el padre Niza, como el padre Nadal, como Garcés, como el P. Eusebio Kino, el P. Salvatierra y otros apostólicos misioneros, se esforzaron por buscar esta comunicación (como el Conde de Bucarelli, que desde la Ciudad de México ordena que se establezca un camino de Sonora a California, pasando por el río Colorado). Pues, hoy esos antepasados desde el descanso de sus tumbas indudablemente estarán sintiendo la satisfacción de que se ha realizado la obra que ellos soñaron. Es la primera etapa de ella, hemos repetido, que la obra no está concluida; pero que tocará a los gobiernos venideros que se sientan con la misma responsabilidad que ha sentido el señor Presidente Cárdenas para llevar a cabo la consumación de esta obra…”
Sobre la Tragedia Heroica (2 y 20 de julio de 1937), continúa el gobernador Sánchez Taboada: “Para los paladines de nuestra nacionalidad que cayeron en la construcción de esta obra, nuestra devota veneración. Que vean desde la paz de sus tumbas que han venido las mujeres del Territorio Norte de la Baja California a traerles las flores perfumadas de su belleza y de su ternura, que vean que han venido los hombres de la Baja California con toda su hidalguía a consagrarles sus recuerdos y que hasta los niños con sus manos limpias y con sus almas puras, a quemar el incienso al recuerdo de los que cayeron en la construcción de esta obra”. (Rodolfo Sánchez Taboada, gobernador de BC; mayo 5 de 1940).
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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