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martes, octubre 1, 2024
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Revolucionando

Con destellos de energía y rigiéndose por conexiones espirituales, Jorge A. Jiménez protagoniza la biopic bélica “Pancho Villa” en el marco de su nominación al Ariel por su interpretación en el galardonado filme “La Civil”. Inquieto ante la pérdida de valores de la sociedad, el histrión considera a la educación y el respeto generadores de cambio

Determinado a construir una nueva era en su carrera histriónica, Jorge A. Jiménez retornó a México tras 14 años en la industria audiovisual estadounidense, buscando su lugar con personajes convincentes y narrativas socialmente profundas que lo colocaron al frente de “Historia de un crimen: Colosio”, “Nadie sabrá nunca”, “No One Left Behind”, “Territorio” y “La Civil”, esta última, cinta por la que fue nominado al Premio Ariel en la categoría Coactuación Masculina y en el marco del estreno de su nuevo protagónico en la serie “Pancho Villa” (a debutar en Star+ el 19 de julio, un día antes de conmemorar el centésimo aniversario de su asesinato, ocurrido el 20 de julio de 1923). Pretextos por los cuales ZETA dialogó con el oriundo de Zaragoza, Coahuila.

Cómo fue interpretar al mítico líder revolucionario mexicano, ¿qué tanto conocías y cómo reconstruir un personaje de la historia nacional?

“Fue una interpretación con mucha responsabilidad porque es un personaje súper característico de México, de la Revolución, era tener sobre la espalda toda una historia, y ese tipo de roles busco: fuertes, revolucionarios, con errores y virtudes. De Pancho Villa sabía lo que de niño, leyendas y mitos, pero con el guion y documentación, aprendí de su vida. Hice un rompecabezas lo más cercano, lo que conllevó cientos de horas de preparación, de lectura, de suponer su acento como alguien de Coahuila, Durango y Chihuahua; de basarme en fotografías para ver sus posturas platicando, en el campo o en batalla, y darle movimiento y vida. Influyó saber que admiraba a las personas leídas, no tuvo estudio, pero aprendió a leer y escribir en la cárcel”, precisó Jiménez, quien en 10 capítulos interpreta a Doroteo Arango desde sus inicios en el bandidaje hasta convertirse en una fuerza decisiva de la Revolución Mexicana.

“La serie será polémica porque observarán a Villa tal como era. No vamos a ver al héroe, galán, mujeriego, e ídolo, sino las facetas duras y oscuras, un abanico del ser humano, un revolucionario despiadado, noble, malo, pero que hizo cambios o los provocó. Llegó a ser gobernador de Chihuahua y en un mes hizo 50 escuelas, porque él quería que los niños estudiaran, que tuvieran un mejor futuro”.

Encabezó una transformación en México, como caudillo revolucionario…

“Definitivamente la encabezó, y por algo mucha gente lo siguió, creyó en él, quizá campesinos cansados de carencias. Movió masas y no sólo a marchas o bloqueos, sino gente dispuesta a dar su vida por el cambio, eso para mí es impresionante, sobre todo encontrar la manera de proyectar esa fuerza de convencimiento y convicción para que lo apoyaran”, subrayó el protagonista del relato que repasa el triunfo de la Revolución Mexicana, la derrota del dictador Porfirio Díaz y su alianza con el Presidente Venustiano Carranza, entretejiendo su historia personal con la de un país en metamorfosis.

Acompañado por Armando Hernández, Marco Treviño, Dagoberto Gama y Gabriela Cartol, entre otros, Jiménez explora las múltiples capas de esta leyenda en una minuciosa reconstrucción histórica que parece estar conectada espiritualmente:

“Para reconstruir a Villa, Rafa Lara me recomendó un libro, pero en mi pueblo no hay librerías, ni lo encontré en Amazon, por lo cual pospuse la búsqueda; al siguiente día, me doy cuenta que en la maderería que he ido toda mi vida tiene una galería de Pancho Villa y la Revolución y nunca me había dado cuenta, el dueño es fan y lo llama ‘Mi General’. Me despido y me llama de vuelta para desempolvar y regalarme justo el libro que estaba buscando. Nos tomamos una foto y en el fondo aparece un cuadro de Villa. ¿Qué porcentaje de posibilidades existen de que este señor tenga el libro en mi pueblo?

“Las conexiones continuaron, nací 100 años después que él; tenía una bala en pecho, y yo, una cicatriz de una operación; recibió un balazo en la pierna y yo me enterré un fierro en el mismo lugar; casi perdió un pie, y a mí se me reventaron los dedos con la cadena de una bici, tengo los párpados caídos como él… y así muchas similitudes, como que la vida me ha ido preparando para hacer ciertos personajes”.

¿Quién es Jorge Jiménez hoy, luego de cinco años de encaminarte a la industria fílmica mexicana y a punto de celebrar 20 años de carrera?

“Estoy agradecido por la oportunidad de ser parte de este sello en las historias que no puedes encontrar en otros lados, el sentimiento, que inició con Jesús Torres en ‘Nadie sabrá nunca’, lo que desencadenó a ‘Colosio’, pero que comenzó viendo ‘Amores Perros’ y años después me colocó frente a Guillermo Arriaga, escritor de esa película que despertó mi interés por la actuación. La continuación de ese camino al Ariel, ha ido gracias a la recomendación de mi trabajo, de ‘Territorio’ me hablaron para ‘La Civil’, llega a Cannes y ahora la Academia (Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas) volteó a verme, es como un sueño que me consideren y que mi película esté nominada junto a ‘Bardo’, del director de ‘Amores Perros’, quien fue mi inspiración hace 22 años, cierra un ciclo de conexiones que me tienen muy entusiasmado y agradecido, sobre todo porque es un camino andado con determinación, sacrificios y esfuerzo, sin padrinos ni amigos en el medio, ni referentes en mi pueblo que hubieran resonado sobre mi carrera, de la que no me queda más que ser comprometido, puntual, entregado, creer en lo que hago, entregarme en corazón a mis proyectos. Jorge Jiménez hoy es un hombre con más vivencias, logros, tropezones, caídas, pero con el propósito de ser feliz haciendo lo que le gusta, cerca de su familia, siendo honesto y transparente, lleno de sueños y metas por delante”.

Jorge A. Jiménez

¿Qué te inquieta del presente y futuro cercano de la industria, de la cual eres parte?

“Esta en plena revolución, depende de uno lo que quiera ver, existe contenido para todos los gustos, pero siempre defenderé las buenas historias y la manera de contarla, la entrega para sembrar algo en el espectador. Como actor, hacer roles por los que estés convencido, no de que sea éxito, sino de lo que vas a interpretar, como el caso de ‘Pancho Villa’, que fue hecha de corazón”.

¿Qué te preocupa del mundo actual?

“Me inquieta mucho que se pierdan los valores. Desgraciadamente, todos los días se pierde la amabilidad y respeto tanto al hombre como a la mujer. Es muy raro escuchar el ‘buenos días’, ‘gracias’ y ‘con permiso’, cuando de la educación se desencadenan tantas cosas. Imagínate que todos nos tratáramos bien, pero tristemente vivimos en decadencia”, finalizó el coahuilense, quien se abrió camino como en “Sin fortuna”, canción de Gerardo Reyes, y está próximo a aparecer en filmes como “Guardado hermano”, del tijuanense Jorge Sanders; “Sacrificios”, de Mauricio Chernovetzky; “Pérdida total”, de Enrique Begné y “Un cuento de pescadores”, de Edgar Nito.

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
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