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sábado, febrero 17, 2024
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Perfil criminal

“El pensamiento no es otra cosa que un simple soplo. Pero un soplo quepuede hacer estremecer al mundo”.

-Víctor Hugo.


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En el campo del Derecho Penal, la figura de los denominados perfiles criminales ha aparecido como una nueva herramienta -muy valiosa, por cierto- para ayudar en la resolución de casos y fundamentalmente para la identificación de los probables autores del delito.

Estas descripciones psicológicas de los delincuentes, son elaboradas por expertos en psicología, pero con énfasis en el campo forense, y al paso del tiempo han demostrado ser una herramienta sumamente efectiva y fundamental en la investigación de los delitos. Sin embargo, es importante considerar tanto su gran utilidad como sus limitaciones en el contexto de lo que es la legislación del Estado Mexicano.

El dato quizá más importante a tener en cuenta, es el caso del asesino serial Ted Bundy durante la década de 1970. Bundy aterrorizó a los Estados Unidos de América con una serie de homicidios que se caracterizaban por su terrible brutalidad. Se considera que fue responsable de la muerte de al menos 35 mujeres en los diversos estados de la Unión Americana. Fue precisamente a través de la elaboración de un perfil criminal elaborado por un agente del FBI de nombre Robert Ressler y el psicólogo John E. Douglas, que lograron gracias a su trabajo conjuntado la detención de Ted Bundy.


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Este caso particular fue ampliamente conocido no sólo en los Estados Unidos sino en diversos países, su perfil criminal incluía varias características sumamente distintivas y personalizadas. Se le llegó a describir como un individuo sumamente agradable, educado, carismático y capaz, por supuesto, de ganarse la confianza total de sus víctimas. Durante la investigación de los diversos homicidios, se identificó que Bundy utilizaba precisamente estas “herramientas” de su muy buena apariencia física: se le describía como una persona atractiva y varonil; y en el inicio de la relación con sus víctimas, con cierto grado de apariencia inofensiva. Podría calificarse incluso de tímido, pero precisamente eso era parte de su potencial para atraer a sus posibles víctimas, generalmente mujeres muy jóvenes y atractivas.

Se destacaba por tener una extraordinaria habilidad para manipular y controlar a las personas que le rodeaban. Su grado de habilidad le podía permitir cambiar su apariencia y comportamiento según las circunstancias que viviera, con una gran capacidad de adaptación a diferentes situaciones, con el propósito de evitar que se descubriera su verdadera naturaleza y, consecuentemente, tratar de evitar que fuera detectado como un delincuente, cuando en realidad tenía una verdadera tendencia para ejecutar actos graves de violencia sexual en contra de sus víctimas y una manifiesta incapacidad para establecer relaciones emocionales que fueran significativas.

Es importante destacar que el perfil criminal no fue la única herramienta utilizada por los detectives en el proceso de la muy laboriosa labor de investigación, a fin de identificar y detener a este devastador homicida serial, ya que se fue reuniendo material muy importante en el referido proceso de investigación, como diversas pruebas forenses relativas a la metodología para matar a sus víctimas, el testimonio de los amigos cercanos a las mismas y que finalmente respaldaron su implicación en los diversos homicidios que cometió.

Este es sólo un caso que nos permite ejemplificar de manera muy clara el potencial que pueden reunir los perfiles criminales o la perfilación criminal para proporcionar datos muy valiosos en las investigaciones de los diversos delitos y que ayudan de manera fundamental a los agentes de investigación para poder resolver los problemas que se les plantean.

Es necesario aclarar, sin embargo, que se tendría que reconocer que la perfilación criminal también tiene sus limitaciones. Esta se basa en la elaboración de un perfil a partir de la información e interpretación de la experiencia y la habilidad profesional, ya que sin duda el proceso de subjetividad podría dar lugar a errores o generalizaciones que pueden desviar una investigación hacia una dirección equivocada.

Finalmente, la complejidad del comportamiento de las personas hace que la realización de un perfil criminal sea una tarea sumamente compleja y hasta desafiante.

Benigno Licea González es doctor en Derecho Penal y Derecho Constitucional; fue presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa” y actualmente preside el Colegio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de B.C.

Correo: liceagb@yahoo.com.mx

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