El mundo y su gente…
No todos los males de nuestra nación se originan por la falta de seguridad. Aunque muchos estén relacionados con la inseguridad que se padece desde hace una buena cantidad de años. Eso sí, la sensación es que desde hace por lo menos cuatro o cinco, hay un aumento en la delincuencia, sea individual o colectiva (cárteles le llaman).
Cada vez más en calles y carreteras se observan las protestas de personas inconformes de que los distintos gobiernos no cubran todas las necesidades a las que se tiene derecho, de acuerdo a las distintas leyes y reglamentos que nos rigen. Entre ellas, hay, aunque pocas, las inconformidades de los Organismos de la Sociedad Civil. Cierto que el origen puede iniciarse en algunos de los rubros incluidos en esos grupos de servicio.
¿Cuáles? Indudablemente las adicciones y en los últimos años, migrantes. En el primero de los grupos es importante destacar que desde hace décadas, los Centros de Rehabilitación de Adicciones trabajan gracias al interés de hombres y mujeres que, viendo el problema familiar o social, decidieron abrir sitios para su atención. Durante años se observó el resultado de ese empeño. Con grandes sacrificios y alguna pequeña, pero importante, ayuda de los distintos gobiernos, atendieron esa enfermedad.
Los mismos directivos de esos centros de atención se organizaron en redes para fortalecer resultados de promover leyes o adecuaciones a las mismas, eventos deportivos (por desgracia ya olvidados en los últimos años) para incluirlos en tratamientos de vida sana.
Hubo comprensión de algunas autoridades en Baja California y crearon programas de apoyos económicos para ayudar mínimamente al sostenimiento de las instituciones ciudadanas. No siempre los adictos están en posibilidades de pagar.
No es que el pasado haya sido mejor, pero sí se debe dejar claro que había comprensión y sensibilidad de funcionarios. Entendían que muchos de los problemas sociales, no los puede resolver el gobierno, es indispensable la cooperación ciudadana. Con sacrificios, pero se salía adelante y se abrían centros de recuperación de adicciones. La inmensa mayoría cumple con los requisitos que los regula de acuerdo a la Secretaría de Salud. Y cuando hay incomprensión de las autoridades, sólo en caso excepcionales van a las calles y carreteras a causar trastornos públicos para ser escuchados.
De hecho, es difícil recordar un evento de estos. ¿Cómo lo resuelven?, dialogando, buscando ser escuchados, mostrando comprobantes de cumplimiento y pidiendo con firmeza ser respetados en sus derechos. Hace falta más comprensión de la ciudadanía y de las mismas autoridades para resolver los problemas antes de que estallen y se perjudique a quienes nada tiene que ver con los problemas. ¿Es una utopía? ¡No! Es una realidad que ya se ha vivido.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
