Desde la introducción del término en 1943 por el neurólogo Warren McCulloch y el lógico estadounidense Walter Harry Pitts, la IA (Inteligencia Artificial) se ha colado en la mayoría de los procesos y ámbitos, llevando a una evolución inminente en cada una de las áreas laborales.
En el cine se deslumbra un horizonte inquietante cuyas tareas son resguardadas aún por la pasión, complejidad y toma de decisión del ser humano. Sin miedo, gente de la industria audiovisual hace una invitación a accionar y repensar el panorama creativo.
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“La IA no puede remplazar tu actividad, es un concepto que escucho mucho, pero no es capaz. La concepción de la idea, hasta el financiamiento, apuesta, es imposible. En lo que me ayuda la IA es en acelerar procesos de producción, desarrollo, pero pensar en cómo vamos a utilizar esta herramienta dependerá de las personas”, expresó a ZETA Javier Krause, productor y desarrollador de negocios.
Los macrodatos y la IA, han impulsado una nueva revolución industrial en el séptimo arte, no sólo en sus procesos, sino en su concepción, punto que aborda el cofundador de Talent Network, Adán Avelar Islas:
“La decisión final siempre la toma el ser humano, la Inteligencia Artificial es una herramienta de momento, pero no vamos desaparecer. Todo esto comenzó en noviembre del año pasado con la IA generativa, la cual crea contenido original a partir de datos ya existentes. Para mí, sólo tenemos dos opciones: o llegas tarde con el tema, o comienzas a tomar cartas en el asunto y a familiarizarte con la IA”, apuntó el especialista en el tema.
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Sobre la creación de historias a partir de IA, “el mismo público rechazará historias artificiales, la gente tiene espíritu crítico, ahora lo que hacen con la IA es analizar los guiones e ir priorizando, lo que hará es volver más efectivos. Si es para bien o mal siempre será una discusión, pero soy optimista para todo lo que hago, escucho esto hace más de 20 años en el cine, y todo depende de nuestra capacidad de adaptación. No creo que nada ilustrado por una máquina no necesite la visualización de un artista detrás, eso es irremplazable, como la pasión. Es imposible que lo haga una Inteligencia Artificial”, abundó el productor Javier Krause.
Para el cineasta Pablo Aura Langer (“Influencia”), la IA es una realidad sin retorno que debe vincularse con la industria creativa.
“La tecnología siempre va a sustituir algo, el coche sustituyó al caballo, el e-mail sustituyó al correo físico, siempre está para sustituir y facilitar procesos. Como creativos debemos utilizar IA para potenciar ideas, el talento es irremplazable. Por más que la Inteligencia Artificial avance, tenemos que encontrar la manera en que sea nuestro aliado. No sabemos las implicaciones ni cómo repercutirá, pero es un cambio de paradigmas, una revolución que hay que usar nuestro favor”, afirmó el ganador del Premio Eterno del 38 Festival Internacional de Cine en Guadalajara en el pitch de Género Fantástico para la película “El rito de la Santa Muerte”.
En cuanto a su aplicación en la industria audiovisual, la Inteligencia Artificial tiene su espacio en el AI Film Festival en Nueva York y programas como Digital Domain y Hour One, creando personajes virtuales; TrueSync, el cual crea doblaje IA entre su aplicación en la planificación de rodajes y calendarios, edición, sonido y obtención de ideas en guiones, tarea que podría significar debatible para escritores de contenido audiovisual.
“En este momento te puedo decir que el proceso de escribir un guion no es mecánico ni automático. Una cosa es que industrialicemos la manera de escribir un guion, y otra es que automaticemos; escribirlo automáticamente no es posible, sería deficiente, pero industrializar las ideas quizás sí se pueda, generando un concepto y una ciencia sobre eso”, advirtió Raúl Prieto, CEO de Punta Fina, empresa dedicada a la escritura de guiones para audiencias hispanas en Estados Unidos.
Ante la incógnita y sus futuros procesos, el guionista señaló que la IA funcionará una vez que se logre descifrar lo que el ser humano quiere.
“La genialidad se encuentra en el defecto, y todavía la IA no conoce cómo generar errores y defectos, cosas que son clave en el ser humano y que por ellos se han descubierto y hecho cosas importantes. El cubismo nace de un defecto, si lo vemos de esa manera, le hace falta bastante a la IA. No hay que tenerle miedo, hay que usarla, pero meterle personalidad al trabajo generado, porque el valor humano, la pasión, emoción y experiencias de vida que vivimos y contamos a través de nuestras historias no se pueden sustituir, ese es un valor único que tenemos”, concluyó Prieto.
