¿A usted se le facilita ganar el pan diario para sostener a su familia? ¿Desde cuándo aprendió a trabajar? ¿Se siente orgulloso de lo que ha logrado en la vida? En cordial plática de amigas, unidas desde más de cinco décadas, llegaron a la conclusión que como esta época, ninguna.
“La borraría de la historia mexicana”, “Nunca pensé que México sufriría un gobierno más nefasto que Antonio López de Santa Anna”, “Yo trato de que mis nietos lean mucho, para que por lo menos sepan que a sus padres y abuelos les tocó vivir una mejor época”… Y así, entre café y café, dedican muchas tardes del descanso para recopilar las actuales acciones de gobierno. Llegan a la conclusión que el pasado inmediato, imperfecto fue mejor que el presente.
Sobre programas para derrochar dinero público, ese que todos, con el pago de impuestos, contribuimos a la administración pública, el sábado 19 comprobamos que don “pejelagarto” cada vez perfecciona sus métodos para el derroche. Y no solo eso, en cada expresión se contradice negando lo que es obvio: su enfermedad de desunir a quienes nacimos en México.
Admitamos que él, con su enorme derroche de los dineros públicos, logró que la Plaza de la Constitución se estirara como liga para recibir a 300, 400, 500 mil personas o más. Que superara las concentraciones en favor del INE y que los 12 mil 380 autobuses, llegados de los distintos rincones de México, aportaron la cuota de los genuflexos gobernadores para presumir su adhesión a AMLO.
No quita a los mexicanos el dolor de ver tirado a la basura tantos millones necesarios para mejorar situaciones sociales, como la falta de medicamentos y las acciones para acabar con la inseguridad. ¡Todo sea para cumplir el antojo de un señor que ni idea tiene de su responsabilidad como Presidente de la República! Y hasta tuvo un regalo extra: sus seguidores, imitando la belicosidad de “las mañaneras”, trataron de denigrar a la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña. Pero lograron que millones de mexicanos la rodeáramos con nuestro respeto.
Vaya cobardía de quien nos gobierna. Lanza sus epítetos y los niega. Pero la política es un bumerang: llegarán tiempos en que todo esto y todos, paguen sus actuales acciones. Porque estarán en la memoria y en la historia. Ya lo verán.
Nota 1. Los 36 millones de archivos del Ejército Mexicano que exhiben Guacamaya Links, seguirán informando de las nefastas y destructivas conductas gubernamentales.
Nota 2. No es lo mismo autopostulaciones que postulaciones de grupos importantes que reconocen conductas ciudadanas.
Nota 3. Celebramos que muchas personas unidas estén corriendo la voz para el 2024: “votemos… para botarlos”. Que no gane el abstencionismo.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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