Una piñata con el rostro de la magistrada Norma Piña fue incendiada por seguidores del presidente de México mientras coreaban “es un honor estar con López Obrador”, durante el mitin político que convocó Andrés Manuel en el zócalo de la Ciudad de México con motivo de la soberanía nacional en el marco del 85 aniversario de la expropiación petrolera.
En los videos se aprecia que los actos viscerales ocurren al terminar la concentración en el zócalo capitalino. Al grito de “fuera Piña”, los vándalos golpean a la piñata y se organizan para prenderle fuego y crear la fogata en una alusión y amenaza contra la ministra.
En redes sociales se han expresado muestras de apoyo a la ministra que ha sido objeto de amenazas e intimidaciones aletadas desde las conferencias matutinas en la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador en un clima violento contra las mujeres en México donde se registran once feminicidios diario en promedio.
La violencia contra la magistrada Norma Lucía Piña Hernández se ha sostenido desde que la juez fue electa como la actual presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y las amenazas se han propagado en redes sociales en donde se ha insinuado la posibilidad de ejecutar un atentado contra la primera presidenta de uno de los tres poderes de la nación.
El mensaje que se ha promovido entre los seguidores del partido Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador, es que la postura de la SCJN es contraria a las leyes secundarias de las reformas al Instituto Nacional Electoral (INE) lo que coloquialmente se reconoce como el “Plan B” del presidente, una alternativa al rechazo a su primera propuesta de reforma electoral.
Tras el video de la quema de la piñata con el rostro de la ministra presidenta, los usuarios piden responsabilidad al gobierno al propagar mensajes de odio; respeto a la independencia de otros poderes de la nación y reconocer el momento de violencia contra la mujer y la tendencia sostenida de feminicidios en México, así como la gravedad de permitir la impunidad en las amenazas contra la vida de la ministra, la estabilidad política y social que representan los mensajes hostiles.
