Las contradicciones de los gobernantes entre lo que dicen y hacen, son el pan de cada día. Eso los convierte en malos ejemplos y con peores resultados. Por parte de la ciudadanía, se sabe que hay leyes y reglamentos; se conocen y sin embargo no respetamos lo que ordenan. Al no haber sanciones, ese incumplimiento se va repitiendo, agrandando, hasta convertirse en motivo de sanciones… que generalmente no se aplican.
En el caso del Presidente de la República, máxima jerarquía pública en la nación, desde su llegada a esa responsabilidad se ha dedicado a criticar, menospreciar, levantar falsos, insultar, meterse en todo… aunque no le vaya ni venga. Opina y aconseja sin ser de su incumbencia. Y al reclamarle y no tener argumentos, suelta una socarrona carcajada. Y eso que no se incluyen miles de mentiras que durante más de cuatro años ha lanzado a diestra y siniestra.
Y por el lado ciudadano, empezamos en nuestros barrios, colonias, municipios a dejar de cumplir con nuestros deberes mínimos; por ejemplo, respetar las señales de tránsito. Cuántas veces vemos que un automovilista, para evadir un alto, se mete a un estacionamiento comercial, y al tomar de nuevo la calle, solo mirando al frente, sigue su camino, sin importarle que a su izquierda viene un automovilista que debe frenar intempestivamente para no chocar con ese infractor.
Y a propósito de las suspensiones del agua, ésa es la que mejor le sale al gobierno estatal: avisa que cortará el agua por 24, 48 horas o más, y son exactos y constantes en esa acción; ¿pero qué pasa con nosotros los habitantes? Muchos se dan vuelo tirando -cuando hay- el preciado líquido. No tan solo lavan sus carros o los jardines a manguerazos, sin tener el cuidado de hacerlo por las noches, como nos indican los expertos; también ignoran las fugas en sus casas, sanitarios, regaderas, etc. Estos gobiernos nos han puesto el ejemplo de cómo ignorar el cumplimiento de leyes.
Nota 1. La ciudadanía que ama a su país, debe unirse para cambiar desde el más alto nivel de mando. Urge el respeto, el cumplimiento y la decisión de que todo lo malo se convierta en cosas positivas. La impunidad acabar.
Nota 2. Por fin una buena noticia de la SCJN (no todo ha de ser plagios), pues nos enteramos con alegría que después de tres años de pleito con Ensenada para determinar el municipio al que pertenece Santa Anita, se determinó que se integre Rosarito. Ya no habrá pretextos para dejar de participar en las actividades comunitarias, además de sugerir y opinar.
Nota 3. Se cumplió un año en que le arrebataron la vida a la periodista Lourdes Maldonado y aún no detienen a los autores materiales e intelectuales.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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