El cruce indocumentado de hasta 40 vehículos por día con tripulantes rusos por la Garita de San Ysidro, es uno de los factores de seguridad nacional en Estados Unidos que propició la estrategia de colocar filtros en la zona fronteriza de la ciudad de Tijuana, en los que participa el Instituto Nacional de Migración. La finalidad es detectar a migrantes que quieren pisar suelo estadounidense y entregarse a las autoridades de Protección Fronteriza (CBP) en California, y así solicitar asilo humanitario bajo excepciones del Título 42.
México, en la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de nueva cuenta aceptó recrudecer su patrullaje y esfuerzos migratorios. Desde la mañana del 15 de noviembre se instaló un filtro policiaco que duplicó los tiempos de espera para el cruce fronterizo vehicular por la garita de San Ysidro. Es una estrategia que oficialmente busca “agilizar” la dinámica fronteriza; contradictoriamente, provocó filas de espera de seis kilómetros y medio, causando congestionamiento vial en colonias y vialidades aledañas a la garita de Tijuana.
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“La gente se queja de los “gaviotones” (sic), de la gente que se mete a la línea y los temas de seguridad; nosotros nos preocupa que los ciudadanos crucen y crucen con seguridad. El filtro solo es aquí”, expresó la alcaldesa Montserrat Caballero sobre la necesidad de seguridad y patrullaje.
“Uno de los fenómenos migratorios tiene que ver con el intento de cruce masivo de personas de nacionalidad brasileña, rusa, que busca cruzar de manera intempestiva por las garitas… Según la información que nos dieron, este fenómeno ha ido incrementándose”, explicó Fernando Sánchez González, secretario de Seguridad Municipal en Tijuana.
La información que la coordinación binacional compartió a ZETA, señala que durante los últimos tres meses se han detectado hasta 40 casos por día, en donde ciudadanos europeos, en su mayoría rusos, llegan a las casetas de inspección fronteriza y ahí es donde piden el asilo humanitario. Y eso es lo que se quiere evitar con el filtro.
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Los agentes mexicanos de seguridad y migración ahora revisarán aleatoriamente a dos millones de cruces mensuales que se registran por la garita de San Ysidro. Durante el mes de septiembre de 2022, por San Ysidro se registraron dos millones 597 mil 849 cruces, de los cuales: un millón 271 mil 147 fueron por automóvil; 467 mil 299 por Sentri, 612 mil 669 por Ready Lane y 191 mil 179 por líneas generales.
“Es uno de los factores de que personal de CBP estuviera al frente de la garita pidiendo documentos e identificaciones. Lo que pretendemos es que regresen a las casetas y abrir más carriles y que haya más ágiles. Aunque hay que mencionar que no es trabajo de nosotros, pero es parte de ayudar a que la gente que está en esos carriles tenga los documentos para cruzar y pueda hacerlo más rápido”, explicó el secretario de seguridad en Tijuana.
La presencia policíaca es notoria en la franja fronteriza. Oficialmente, hay 20 agentes: seis son policías municipales de Tijuana que recorren la garita de San Ysidro. Hay agentes de la Guardia Nacional, de la Fuerza Estatal de Seguridad y del Instituto Nacional de Migración (INM) que actuarán en caso de detectar a migrantes indocumentados tratando de llegar a suelo estadounidense.
“Es como cuando uno está en el aeropuerto: si uno trata de abordar un avión sin visa, no va a poder abordar, porque no está usando de la manera adecuada para su tránsito para salir de territorio nacional el aeropuerto internacional y es lo mismo aquí”, explicó el cónsul general de México en San Diego, Carlos González Gutiérrez.
De acuerdo a los boletines oficiales, el plan piloto de los filtros empezó el 15 de noviembre de 2022 y concluye el 15 de enero de 2023. Al cuestionar sobre la coordinación del proyecto binacional, nadie se quiso hacer responsable del proyecto que de acuerdo al comunicado del Ayuntamiento demoró seis días en planearse, pero el cónsul mexicano en San Diego dijo: “duramos cuatro meses hablando con gente del CBP a un lado”. Este programa de los filtros migratorios en México fue encabezado por el cónsul general de los Estados Unidos en Tijuana, Thomas E. Reott, y el cónsul general de México en San Diego, Carlos González Gutiérrez.
