Ciclistas, amigos, vecinos y familiares de Diana Carolina Pelaez Rodríguez, “Dianka”, se manifestaron el sábado 22 de octubre en la avenida Paseo Playas de la sección Coronado en Playas de Tijuana, donde colocaron una bicicleta blanca en el lugar exacto donde quedó su cuerpo al ser atropellado por un tractocamión de la cadena de comida rápida Carl’s Jr., el 12 de octubre.
“Ha sido supremamente duro para nosotros. Esto no se puede repetir; es importante que esto pare, que no siga habiendo más bicicletas blancas en ninguna parte de Tijuana. La perdimos, era una persona que estaba haciendo muchas cosas por elevar las condiciones de muchos; ella hizo muchos amigos que nunca la olvidarán a través de sus escritos, de sus artículos”, mencionó el padre de Diana con voz cortada y ojos lagrimosos.
El trágico hecho ocurrió alrededor del mediodía, cuando el camión de la cadena de comida rápida era manejado por Ricardo Alberto, quien llamó al 911 luego de arrollar a la mujer; sin embargo, cuando los paramédicos llegaron ésta ya se encontraba sin vida. El hombre fue detenido por las autoridades.
Según el reporte oficial, el incidente se dio cuando el chofer se incorporó al carril derecho de circulación, sin tener cuidado, y atropelló a Diana, quien en todo momento acató el reglamento de tránsito, según su esposo.
“Diana iba en su carril, ella circulaba conforme al reglamento de tránsito. El chofer manejaba un tráiler de Carl’s Jr., dicha empresa no se ha hecho responsable”, declaró Fabio Cuttica, fotoperiodista y esposo de Diana.
“Se han diseñado las ciudades de manera equivocada: se privilegia el paso de los automóviles y los más vulnerables somos los peatones y los ciclistas; vivimos en constante peligro”, expresó Edgar Ramírez, miembro del Taller del Ciclista Urbano de Tijuana.
El pasado 21 de octubre, Humberto Pérez, director de Operaciones del Corporativo Grupo AFAL, quien tiene la concesión de la firma restaurantera Carl’s Jr., aseguró que debido a que contratan una empresa externa para transportar su producto, la responsabilidad es de ellos.
Ricardo Alberto “N”, quedó vinculado a proceso luego de que el Agente del Ministerio Público acreditara su probable responsabilidad en el homicidio por culpa. Se fijó un plazo de tres meses para que se realice la investigación complementaria.
“Dianka”, era de origen colombiano, tenía 43 años, era estudiante de doctorado en Migración en el Colegio de la Frontera Norte (El Colef), cursó una Especialidad en Políticas y Gestión Cultural en la Universidad Autónoma Metropolitana en el campus de Iztapalapa y era docente del Departamento de Estudios Culturales de la Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia. A ella le sobreviven su hija de seis años, Amalia y su esposo Fabio Cuttica.