Con el alza de las tasas de interés que están determinando los bancos centrales para disminuir las altas tasas de inflación, aumenta el riesgo de una recesión económica global el próximo año, previeron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
El FMI advirtió que la desaceleración económica global se ha “intensificado” en las últimas semanas y meses, y se espera que para el tercer trimestre de 2022 haya una pérdida de impulso en la actividad económica de los países, derivado de confinamientos por COVID-19 y problemas inmobiliarios en China, así como el fortalecimiento del dólar.
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El próximo mes, el FMI dará a conocer sus expectativas de crecimiento económico. Las más recientes, de julio pasado, proyectaban un crecimiento de 3.2% en 2022 y de 2.9% en 2023.
En tanto, el Banco Mundial señaló que desde 1970 la economía global no se había desacelerado tan pronunciadamente. Las economías de Estados Unidos, China y de la Zona Euro -las tres más grandes del mundo- se han desacelerado drásticamente e incluso un “impacto moderado en la economía global durante el próximo año podría llevarla a una recesión”.
David Malpass, presidente del BM, externó su preocupación respecto a que estas tendencias continúen, pues conllevarían “consecuencias devastadoras” para las economías de mercados emergentes y en desarrollo.
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Ante la probabilidad de que las alzas en las tasas de interés de los bancos centrales y los niveles de inflación permanezcan altas hasta el próximo año, el presidente del BM consideró necesario que las autoridades cambien su enfoque de reducir el consumo a impulsar la producción. Esto implica atraer inversiones adicionales, incrementar la productividad y la asignación de capital, “fundamentales” para el crecimiento y reducir la pobreza.
La perspectiva de los organismos multilaterales no es ajena a la que algunas grandes compañías han externado. Hace unos días, la empresa de mensajería FedEx ajustó considerablemente a la baja su pronóstico de ganancias, al registrarse una disminución de la demanda a nivel mundial. (Julieta Aragón Domínguez)
México, entre los diez países menos competitivos, según IMCO
Por segundo año consecutivo, México ocupó el lugar 37 de los 43 países en el Índice Internacional de Competitividad 2022, ubicándose en el rango de las diez naciones con baja y muy baja competitividad.
Según el más reciente reporte del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), la posición del país es la peor en 17 años, toda vez que de 2005 a 2009 se ubicó en el lugar 30, el mejor resultado del que se tenga registro.
“El país permanece estancado”, lo cual refleja la “incapacidad persistente” para construir las bases que le permitirían ser más competitivo a nivel global. “México necesita crear condiciones para alcanzar una mayor productividad y generar bienestar para sus habitantes”, señaló el IMCO.
En su edición 2022, el estudio destacó que México bajó siete lugares en el subíndice de economía debido al aumento de la inflación, la disminución de reservas internacionales y en la libertad económica.
Si bien, el mercado laboral muestra una mejoría constante en materia de creación de empleos, no así la garantía de los derechos laborales básicos, ya que nuestro país no se ha recuperado de la caída de 8% del Producto Interno Bruto (PIB) provocada por la pandemia de COVID-19.
En tanto, México retrocedió dos lugares en el subíndice de Derecho, derivado de una menor percepción sobre el cumplimiento de contratos y derechos de propiedad, así como el bajo desempeño de instituciones de procuración de justicia.
Con ello, México fue el segundo país con peor desempeño de América Latina y el tercero más bajo de los 43 analizados. “La independencia del Poder Judicial se deterioró, y tanto el Estado de Derecho como el Índice de Paz Global observaron puntajes por debajo del promedio”, aun cuando hubo una reducción en la tasa de homicidios dolosos, ésta continúa por encima del promedio del resto de los países.
Asimismo, el IMCO indicó que el país mejoró en otros cinco subíndices, y en otros tres mantuvo el mismo nivel. A nivel global, identificó como retos para la competitividad el alza en los precios de los alimentos y fertilizantes que han generado una inflación no vista en décadas; el incremento de los combustibles fósiles; problemas de logística internacional; crisis humanitaria acompañada de migraciones y desplazamientos forzados.
El Índice Internacional de Competitividad 2022 es liderado por Dinamarca, seguido de Noruega en segundo lugar y Suiza en el tercer sitio.
