Reconocen al tenor y guitarrista tijuanense al ingresarlo a selecto grupo de artistas del proyecto “Huellas de las Estrellas” en la frontera.
Desde que el tenor Marco Antonio Labastida recibió sus primeras lecciones de canto de su padre, a los 11 años, hasta la fecha, no ha dejado de dedicarse al arte interpretativo, motivo por el que la Asociación de Comerciantes de Plaza Santa Cecilia y el Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana (Cotuco) le otorgó el honor de formar parte del proyecto “Huellas de las Estrellas”, en el marco de la celebración de sus 40 años de carrera y sus servicios a la comunidad.
La tarde de hoy miércoles 17 de agosto, el también guitarrista plasmó sus huellas en la Plaza Santa Cecilia, ubicada entre la calle 1 y 2, en la avenida Revolución, reconocimiento por el que charló con ZETA: “Primero no lo creí, y luego ya después conforme fueron pasando los días, me di cuenta que era verdad. Cuando me informaron al principio así lo tomé, y ya después dije, no pues esto sí se va a hacer, yo pensé que a lo mejor va a pasar que se cancele o alguna otra cosa, pero no, entonces este es un reconocimiento, que el plasmar las huellas en esta plaza tan importante de Tijuana, es algo que lo distingue a uno. (…) Esto es un estímulo más para seguir adelante en esta carrera”, declaró Labastida al Semanario respecto a su sentir de ser reconocido en la ciudad.
El tenor tijuanense, también fue premiado con una estrella en el “Paseo de las Estrellas de Tijuana” en 2015, aunado a estos dos reconocimientos, se le ha otorgado la medalla al mérito cívico: “Me siento muy halagado, agradecido, porque es un trabajo de más de cuarenta años. El año pasado fue también que participamos y nos otorgaron a un buen número de personas, la Medalla al Mérito Cívico, que entrega el ayuntamiento a sus ciudadanos distinguidos”, indicó el ex director de la Casa de la Cultura de Tijuana.
En entrevista para ZETA, Labastida compartió su experiencia de cantarle a los públicos: “Siempre hay nervios eh, el día que yo ya no sienta nervios, no voy a estar transmitiendo todo esto, son importantes, son base de realizar esto, ya seas maestro, trabajador, inclusive periodista, siempre hay un nervio ahí que te mantiene vivo y de estar haciendo cosas. Obviamente todo eso influye en la manera en que uno se desarrolla en el escenario entonces, yo siento que tengo cuerda para buen rato, a pesar de estos 40 años”.
Sobre sus próximos planes agregó: “Los proyectos los voy tomando como vienen, yo tenía muchos para el 2020 y 2021, pero con esto (la pandemia), todo se fue aplazando, tenía planes para estar en Europa, lo que alcanzamos a hacer fue ir a Madrid, que se hizo una semana antes de que se cerrara todo, yo espero seguir cantando, no solo en México, sino en todas partes, tengo ganas de hacer una buena gira europea (…) y grabar algunos discos (…) hay lugares como Francia, Italia, Alemania, Suecia (…), así que vamos a cruzar los dedos para que todo esto se dé”, explicó el homenajeado.
“Hay que seguir trabajando, estos reconocimientos no los busca uno, esto es lo que la comunidad y los organismos reconocen en nuestro trabajo, lo que yo les diría a las futuras generaciones que es seguir trabajando y trabajando, y eso mismo a la larga les dará este tipo de reconocimientos y más trabajo. Aunado a esto, el día 26, el Foro Escultural Tijuanense, me va a entregar la medalla que entregan año con año, y parece ser que es la primera vez que se la otorgan a alguien dedicado al arte”.
En la ceremonia, el maestro estuvo conviviendo con los asistentes, amigos, y colegas, entre los que se encontraban: Jorge Villalobos, Hugo Vidal, Nacho de La Vega, Rafael Contreras (compositor del son de Tijuana), Héctor Riveros Moreno, entre otros, pero previo a plasmar sus huellas, el chef, Martín Muñoz, quien además es el coordinador general del evento, explicó la importancia que tiene la Plaza Santa Cecilia para Tijuana, y así dar paso a plasmar su firma y hundir sus manos sobre el cemento, declarar el sentimiento de estar en el escenario, e interpretar “Bésame mucho”, “Granada” y “Volare”, seguidas por “Cien años”, en la voz de su hija, Daphne Labastida. (Alberto Emmanuel Pérez Garay / Especial para Zeta)