Al día el crematorio quema hasta tres cuerpos, pero los vecinos aseguran que pueden ser más, lo que afecta aproximadamente a 29 mil 760 personas que viven alrededor y que ya optaron por mantener puertas y ventanas cerradas para que las cenizas no entren a sus casas y dañen su salud
Vecinos de las colonias Mariano Matamoros, Buenos Aires Sur, El Pípila y Jardín Dorado, se manifestaron este lunes 23 de mayo afuera de Palacio Municipal de Tijuana para exigir la clausura del crematorio de la Funeraria Bosco que se encuentra ubicado entre la calle Francisco Javier Mina y Ruta Hidalgo de la colonia Mariano Matamoros Norte.
A decir de los pobladores, el crematorio se encuentra funcionando desde hace dos semanas -sin embargo su instalación se hizo desde hace tres meses- . Su reclamo se debe a que el inmueble se encuentra en una zona residencial -la cual está habitada en su mayoría por personas mayores de 60 años en adelante- por lo que les preocupa como las emisiones de las chimeneas puedan afectar su salud, pues ya comienzan a resentir las consecuencias.
“Yo he estado en el patio de mi casa y cuando comienza la cremación me empieza a arder mucho la garganta y la nariz, tengo que ponerme un trapo húmedo en la nariz para que me quite el malestar”, declaró María Esther Arreguín, una de las vecinas afectadas de la tercera edad, quién añadió que el crematorio se encuentra atrás de su casa.
Según Elizabeth Hernández, representante de los colonos, antes de manifestarse acudieron a Dirección Ambiental y a la Dirección de Inspección y Verificación del XXIV Ayuntamiento de Tijuana para entregar un escrito donde explican el porqué de su rechazo hacia el crematorio y donde solicitan su clausura, pero la respuesta que obtuvieron de parte de las autoridades fue que no podían hacer nada hasta que el lugar no comenzara a operar.
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“Dirección Ambiental nos dio una respuesta que no nos convenció, dijeron que la compañía ya estaba operando, que este rublo era muy grande y que no teníamos muchas posibilidades de que nuestra petición avanzara porque había muchos intereses de por medio”, aseguró Elizabeth.
Al día el crematorio quema hasta tres cuerpos, pero los vecinos aseguran que pueden ser más, lo que afecta aproximadamente a 29 mil 760 personas que viven alrededor y que ya optaron por mantener puertas y ventanas cerradas para que las cenizas no entren a sus casas y dañen su salud.
Además, los afectados también manifestaron que acudieron a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la cual quedó de llamarles para informarles acerca de su trámite, pero los pobladores aseguran “nunca llamaron”.
Para atender a los vecinos, Luis Antonio Quesada Salas, Director General de Gobierno, explicó que enviaría a un inspector para que revisara si la funeraria cuenta con todos los permisos, ya que de no ser así se ordenaría su clausura.
“Si esta empresa no está cumpliendo se le va a sancionar. Hoy sin duda vamos a tener la verificación de los documentos para revisar que cuente con todos los permisos y que opere de la manera adecuada”, afirmó Quesada Salas.
Los vecinos también fueron atendidos por la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano y Ambiental (SDTUA), ésta se comprometió a revisar el crematorio este mismo lunes, ya que al parecer no cuenta con permiso de servicio de operación -pues trabaja de manera independiente a la Funeraria Bosco- .
